El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió este viernes a Rusia que no lance ningún ataque desde la central nuclear ucraniana de Zaporiyia o contra esa instalación, y que retire sus tropas de la zona.

“El mensaje de la OTAN y del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) es que Rusia no debería lanzar ataques desde la central, no debería atacar la central y debería retirar las fuerzas”, declaró el político noruego durante una rueda de prensa previa a la cumbre de líderes de la Alianza Atlántica que se celebra en Vilna la próxima semana.

Añadió que ello permitiría a los expertos de la OIEA “hacer su trabajo de mejor forma”.

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“Han tenido acceso y realizado algunas valoraciones y evaluaciones. Han dicho que no han visto indicaciones visibles de minas o explosivos en este momento, pero también han pedido tener acceso adicional para verificar la seguridad de la planta”, comentó.

Así, insistió en que Rusia retire sus tropas de la central nuclear y permita a los expertos ucranianos e internacionales tener pleno acceso a las instalaciones.

Añadió que la OTAN sigue monitorizando lo que sucede en la central de Zaporiyia.

El OIEA está “logrando avances” en su acceso a las instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia, dijo hoy el director general de este órgano, el argentino Rafael Mariano Grossi, quien añadió que “llevará tiempo” completar la evaluación de la seguridad de la planta.

Grossi afirmó que los emisarios de este organismo “han podido tener más acceso” a áreas de la central, y se mostró confiado en poder conseguir el permiso de las tropas rusas para poder supervisar los techos de la planta, en una rueda de prensa celebrada este viernes en Tokio.

El responsable del OIEA señaló que pese a que en los últimos días estaba presente “la preocupación porque pudiera producirse algún incidente” en las instalaciones nucleares controladas por tropas rusas, por el momento “no se ha detectado ninguna indicación de explosiones o presencia de minas u otros explosivos” en las zonas donde se ha tenido acceso.

Grossi advirtió, no obstante, de que la evaluación completa de la situación de seguridad de Zaporiyia “llevará tiempo”, ya que se trata “de una zona activa” de guerra, y después de que en los últimos días Rusia y Ucrania se acusaran mutuamente de urdir planes para sabotear esta infraestructura energética para obtener ventajas militares. 

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