En las “situaciones oscuras” de hoy, entre “matrimonios en crisis, jóvenes tentados, ancianos olvidados, niños que sufren”, mientras la familia es atacada y las “colonizaciones ideológicas” tratan de “saquear salvajemente” los mismos valores humanos, es necesario que seamos portadores de esperanza.

Ese fue el mensaje con el que el Papa Francisco recibió hoy a los sacerdotes de la comunidad de Schoenstatt, el movimiento mariano católico nacido en Alemania en 1914, a quienes pidió que den respuesta a las luchas y angustias del pueblo.

La comunidad celebró su capítulo general, y eligió a su nuevo secretario general, el sacerdote brasileño Alexandre Awi Mello, que durante cinco años fue secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

Tras agradecer la colaboración de Mello, Francisco elogió el trabajo de la comunidad de Schoenstatt.

“Ustedes, queridos hermanos y hermanas, realizan un hermoso servicio a la Iglesia y al mundo, especialmente acompañando a las familias en los diversos acontecimientos y vicisitudes que atraviesan, anunciando a todos sus miembros la belleza de la ‘Alianza de Amor’, que el Señor estableció con su pueblo”.

“Hoy son muchos los matrimonios en crisis, advirtió Francisco, los jóvenes tentados, los ancianos olvidados, los niños que sufren. Ustedes son portadores de un mensaje de esperanza en estas situaciones oscuras que atraviesa cada etapa de la vida”.

Para el Papa, esta crisis “‘casualmente’ va un poco de la mano con este saqueo de los valores humanos, saqueo que las colonizaciones ideológicas de todo tipo están haciendo salvajemente”.

“El mundo -subrayó Francisco- nos pide cada vez más que demos respuestas a las preguntas y preocupaciones de los hombres y mujeres de nuestro tiempo”.

Y una de las preocupaciones más graves se refiere a la familia y su naturaleza: “A menudo vemos que la naturaleza de la familia es atacada por diferentes ideologías, que socavan los cimientos que sustentan la personalidad del ser humano y, en general, de toda la sociedad”.

“Además, en el seno de las familias, en muchas ocasiones existe una distancia de entendimiento entre los mayores y los jóvenes”, añadió.

El Pontífice recordó su ciclo de catequesis sobre la vejez en la audiencia general de los miércoles para reiterar que “la alianza entre las generaciones, es decir, entre los más viejos y los más jóvenes, es lo que puede salvar a la humanidad, porque de este modo la identidad personal y familiar”.

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En la familia “no solo se hereda una herencia genética o un apellido, sino también y sobre todo se hereda la sabiduría de lo que significa ser humano, según el plan de Dios”, destaca.

“El misterio de nuestra redención está, por tanto, también íntimamente ligado a experiencia de amor en las familias. Y no olvidemos que en definitiva la fe siempre se transmite a través de las familias, los ancianos, los abuelos”, concluyó Francisco.

Antes del discurso, íntegramente en español, el Papa saluda al nuevo superior general, el sacerdote brasileño Alexandre Awi Mello, elegido el 21 de agosto.

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