(SPI).- La elección presidencial de 2018 será posiblemente la última del régimen que ha persistido en nuestro país desde hace más de 70 años, en manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), consideró el investigador de la Universidad Veracruzana (UV), Alberto Olvera Rivera.
“No será un nuevo régimen sino el último del anterior, pues va a cargar con el presidencialismo de rasgos populistas y paternalistas”, alertó.
El integrante del Instituto de Investigaciones Históricas y Sociales (IIH-S), comentó que el presidente electo no tendrá mayoría parlamentaria, ni mayoría de gobernadores, ni alcaldes; por lo tanto será difícil vender como un proyecto fuerte presidencialismo.
“Para poder gobernar como un presidente fuerte habría que pasar por encima de los poderes, como el Congreso, que es peligroso; en México, en términos constitucionales, el presidente no tiene capacidades legislativas para hacerlo, a diferencia de Brasil y Argentina. No hay condiciones políticas para que se ejerza”, afirmó
Respecto a las plataformas electorales de los partidos políticos, se observan grandes ausencias en temas de seguridad, derechos laborales, medio ambiente y pueblos indígenas.
“En las precampañas nadie mencionó estos temas a excepción de Marichuy (María de Jesús Patricio), quien los rescató porque era su misión, pero no va a tener continuidad en la campaña”, consideró.
El investigador refirió que a dicho contexto nacional se agrega un entorno mundial complicado, en gran parte ocasionado por la postura del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, y la continuación del modelo de acumulación capitalista.
“Se puede inferir grandes dificultades económicas como devaluaciones e inflación que; no sé exactamente cómo se puedan manejar si es que la relación con el país vecino no se logra negociar en términos favorables”, se cuestionó.
Olvera Rivera no obstante, observa algo positivo en el escenario nacional, la posibilidad de que surja una verdadera izquierda en México.
“Ésa sería mi expectativa y en perspectiva, en el futuro cercano, podría ocurrir un desarrollo de nuevos movimientos sociales y una sociedad civil progresista, que a partir de una movilización a mediano plazo pueda generar un proceso lento de formación de una verdadera izquierda”, visualizó.
El experto en temas políticos-sociales, afirmó que está colapsando el viejo orden político pero también el viejo orden social y cultural, por lo tanto, se viven momento de cambios y una crisis generalizada.
Planteó que nuestro país tiene tres salidas conservadoras y ninguna progresista:
El PRI, que es la derecha neoliberal clásica que plantea una continuidad y profundización de la integración, la impunidad, el clientelismo y una agenda moral conservadora.
El PAN-PRD, que postula un neoliberalismo social a través de un programa coherente que propone una profundización del modelo y procura una oferta de modernización institucional, pero hay grandes riesgos de personalización de la política.
“Ricardo Anaya es un joven político no visto en la política mexicana, con una capacidad, inteligencia y maldad política que raras veces se ven juntas”, observó.
De Morena, dijo, es también una opción conservadora porque ofrece un presidencialismo redivivo que será la solución a todos los problemas, una virtud republicana asentada en principios morales y tiene como programa un nacionalismo extemporáneo
“Algo que ya no existe en ninguna parte y donde además, la ecuación básica priísta del siglo XX que era nación y gobierno son lo mismo, ya no puede reconstituirse. A ello se suma el programa que presentó su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, y se aprobó en el Auditorio Nacional; es de una coherencia inconcebible, que sorprende”, concluyó Alberto Olvera.