El presidente ruso, Vladimir Putin, ofreció este lunes a su homólogo estadounidense, Donald Trump, un acuerdo de control de armas nucleares que extendería por un año el último tratado que limitaba el armamento nuclear de ambos países, mientras Moscú y Washington discutían los próximos pasos.

Rusia y Estados Unidos poseen, con diferencia, los mayores arsenales nucleares del mundo. El último tratado restante entre ambos países que limita el número de estas armas expirará el 5 de febrero del próximo año.

El Nuevo Tratado START abarca las armas nucleares estratégicas —aquellas diseñadas por cada parte para atacar los centros de poder militar, económico y político del enemigo— y limita el número de ojivas desplegadas a 1,550 por cada parte. Es probable que ambos países incumplan ese límite si el tratado no se prorroga o reemplaza.

Putin bajo presión para poner fin a la guerra en Ucrania

Putin, quien afirmó que su propuesta favorecía la no proliferación global y podría impulsar el diálogo con Washington sobre control de armas, ha estado bajo presión de Trump para que acepte poner fin a la guerra en Ucrania, algo que, según Moscú, forma parte de una serie de problemas de seguridad que elevaron las tensiones entre Este y Oeste a su nivel más peligroso desde la Guerra Fría.

La oferta, realizada en un momento en que Ucrania intenta persuadir a Trump para que imponga sanciones más severas a Rusia, fue hecha pública por Putin en una reunión de su Consejo de Seguridad.

“Rusia está dispuesta a seguir adhiriéndose a los límites numéricos centrales bajo el Nuevo Tratado START durante un año después del 5 de febrero de 2026”, declaró el presidente ruso.

Posteriormente, “con base en un análisis de la situación, decidiremos si mantenemos estas restricciones voluntarias autoimpuestas. Creemos que esta medida solo será viable si Estados Unidos actúa de manera similar y no toma medidas que socaven o violen el equilibrio existente de capacidades de disuasión”, añadió.

La propuesta parece ser un cambio unilateral de política por parte de Moscú, que hasta ahora insistió en que solo dialogaría con Washington sobre estos asuntos si las relaciones generales, afectadas por las marcadas diferencias sobre la guerra en Ucrania, mejoraban.

Conversaciones sobre la revisión del tratado aún no inician

A poco más de cuatro meses del vencimiento del Nuevo START, las diferencias sobre Ucrania implican que Rusia y Estados Unidos no han iniciado las conversaciones para renovar o revisar dicho tratado, aunque Trump expresó su deseo de alcanzar un nuevo acuerdo de control de armas nucleares, aunque también con China.

Pekín rechazó la idea de que también se incluya.

Putin afirmó que Rusia supervisaría la actividad estadounidense en materia de armas nucleares y defensa, prestando atención.

“Se prestará especial atención a los planes de Washington para reforzar sus defensas antimisiles y a las ideas de desplegar interceptores de misiles en el espacio”.

“Procederemos partiendo de la base de que la implementación práctica de tales acciones desestabilizadoras podría anular nuestros esfuerzos por mantener el statu quo en el ámbito del START”, declaró Putin. “Responderemos en consecuencia”.

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