Moscú pidió asistencia militar a Pekín desde el inicio de la guerra, noticia que llega en el día en el que Estados Unidos anunció, en forma sorpresiva, un encuentro con China justamente para buscar contener una guerra que se avecina siempre más a los confines de UE y OTAN, mientras el espectro de las armas químicas se convierte en “legítima preocupación”.
Será un encuentro indudablemente cuesta arriba entre el consejero norteamericano para la Seguridad Nacional, Jack Sullivan, y el jefe de la diplomacia del Partido Comunista chino, Yang Jiechi, con el conocimiento -si bien parece improbable- de que podría también decidir responder a los pedidos de ayuda militar de Moscú. Tanto que Estados Unidos preparó el alerta para los aliados acerca de esta eventualidad, según versiones ofrecidas por el Financial Times.
Sullivan y Jiechi no se reúnen desde octubre pasado, cinco meses que parecen 10 años. Y en los 18 días que cambiaron al mundo, China jamás condenó el ataque de Moscú, pero si se abstuvo, antes de votar en contra, la resolución de la ONU de condena contra Rusia.
El lenguaje luego ligeramente se modificó en el tiempo, tanto que Xi, algunos días atrás, en el curso de una conversación telefónica con el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente francés, Emmanuel Macron, pronunció por primera vez el término “guerra” que tanto desagradó al aliado Putin.
Criticando con fuerza las sanciones occidentales que “dañarán la reactivación de la economía global luego de la pandemia del Covid-19”.
Y es justamente en el frente de las sanciones que Estados Unidos ejerce presión sobre China. “Cada acción por parte de China o de otros países para ofrecer un ancla de salvación a Rusia, o ayudarla a evadir las sanciones occidentales tendrá consecuencias. Haremos de modo que ni China, ni ningún otro país, pueda compensar a Moscú por estas pérdidas”, puntualizó Sullivan en la vigilia de su llegada a Roma, donde se encontrará ademáscon Luigi Mattiolo, consejero diplomático del premier.
Fuentes diplomáticas no excluyen tampoco un coloquio con el propio Mario Draghi, si bien no está en la agenda.
El objetivo de Washington es ahora el de convencer a Pekín que ingrese al terreno en un modo más directo para ejercer presión sobre Moscú, y buscar intentar una vía de salida a una guerra en la cual el resultado para escapársele de las manos cada día más.
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“Rusia sufrirá graves consecuencias por lo que está haciendo”, dijo Sullivan sin esconder una “legítima preocupación” acerca del riesgo de que Putin, “frustrado” por el final de las operaciones, pueda recurrir al uso de armas químicas.
Por esto, “el impacto sobre la seguridad regional y global” de la invasión a Ucrania será el tema central de la reunión de Roma. Pero un rol importante lo tendrá el efecto dominó de la reacción de Occidente sobre la economía global.
Fuentes diplomáticas hicieron notar como fracasó flagrantemente el proyecto inicial de Putin de una guerra relámpago, la entrada en vigor de medidas destinadas a durar en el tiempo terminará por tener un impacto en la economía china.
Un escenario que Pekín tiene bien claro y que podría convencer al jefe de la diplomacia del PCC de tener un rol más incisivo en el diálogo con Moscú.
