La región de América Latina y el Caribe atraviesa una gran crisis de educación, porque, lejos de aumentar la inversión para promover la movilidad social y reducir la desigualdad, se están reduciendo los presupuestos estatales, advirtieron expertos en Lima, Perú.

La tercera mesa de debate del seminario de alto nivel de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) abordó las cuestiones acerca de “cómo reducir la desigualdad y promover la inclusión y movilidad social”, y reunió a ministros, profesores y coordinadores entendidos en cuestiones sociales.

La coordinadora general del Informe Estado de la Educación del Programa Estado de la Nación de Costa Rica, Isabel Román, destacó que la educación debe se debe poner en el centro de debate, pero aun así, se está reduciendo su presupuesto.

“La región enfrenta la peor crisis de educación en los últimos 40 años en cuestión de recursos, aprendizajes y gestión. Y reconocer esta crisis y no normalizarla es el primer paso para actuar con urgencia”, dijo, al agregar que hay darle el lugar que se merece porque es el principal bien público para salir de las trampas de la desigualdad.

“La desigualdad es un problema que requiere acuerdos de largo plazo, las soluciones no están disociadas de temas fiscales, hoy los países atraviesan ajustes fiscales donde temas que requieren financiamiento sostenible como la educación no están siendo priorizados por los gobiernos”, expuso.

Una reducción que está generando no solo una menor calidad de educación, sino retrocesos donde se venían dando logros importantes como en la cobertura educativa y el cierre de brechas de acceso.

“No podemos hacer las mejoras fiscales a costa de las oportunidades de las niñas, niños y adolescentes”, añadió al declarar que la escuela de hoy es la sociedad y economía del mañana.

Los expertos señalaron que los cambios políticos conspiran en contra de los avances, puesto que las políticas sociales deben ser a largo plazo.

Por su parte, la secretaria nacional de cuidados y familia del Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre del Brasil, Laís Abramo, centró su intervención en destacar la importancia de reconocer los cuidados como derechos de todas las personas, un bien público sin el que no funcionan las sociedades en conjunto, y por tanto, las economías.

Sin embargo, señaló que “esa sobrecarga de trabajo”, en el cuidado de los hijos, pacientes, enfermos o ancianos, es una barrera para la formación profesional de las mujeres y la inserción en el mercado de trabajo.

Por lo tanto, se convierte en un “factor muy importante de la reproducción de la pobreza”, expresó.

Además, la profesora de asuntos públicos e internacionales y sociología de la Universidad de Princeton, Florencia Torche, expuso que la mejor política para promover movilidad es reducir la desigualdad y por tanto, impulsar políticas específicas que permitan a los hijos no depender de sus padres para mejorar su posición social

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