Hasta ahora, las autoridades descartan que se haya registrado un escenario masivo de desempleo como resultado de la reforma de subcontratación, tal como alertaron algunos sectores en el proceso de negociación de los cambios. Las cifras oficiales lo que indican son cambios en la configuración de la población trabajadora como resultado de los ajustes que realizaron los empleadores para cumplir con las nuevas disposiciones legales.

Norma Gabriela López Castañeda, directora de Incorporación y Recaudación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que las modificaciones legales al esquema de outsourcing generaron una redistribución de trabajadores, pero no una baja en el número de afiliados ante el instituto.

“Lo que vimos fue una migración de sectores genéricos, de este sector de prestación de servicios de personal a empresas productivas. Si bien bajó la contratación en rubros genéricos, se incrementaron prácticamente todas las actividades económicas como comercio o actividades financieras. Entonces, no es que se haya destruido el empleo, lo que pasó simplemente es que se migró hacia donde tenían que estar”, expuso la funcionaria durante el Tercer Congreso Internacional de Compliance de la firma Thompson Reuters.

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De acuerdo con el IMSS, 2.9 millones de trabajadores salieron de un esquema de outsourcing y fueron reconocidos por sus patrones reales. El margen para operar como empresa prestadora de servicios especializado es uno de los factores que explica el por qué algunos trabajadores no fueron transferidos.

“En el seguro social hay una dinámica laboral permanente, ésta depende de muchas cuestiones, como una persona que decide emprender un negocio y deja de ser una persona subordinada, otro puede ser las personas que se jubilan y terminan su ciclo laboral, eso representa un porcentaje de alrededor del 87% de las bajas. Hicimos un previo, en medio y después de la reforma y los porcentajes se conservan exactamente idénticos. Eso quiere decir que no hubo un impacto en las bajas”, explicó la funcionaria federal.

Pero las cifras del IMSS no son las únicas que reflejan una nueva distribución de la fuerza laboral. Esta migración de trabajadores también se evidencia en cuatro indicadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) vinculados al personal ocupada en manufactura, construcción, comercio y servicios privados no financieros.

A partir de julio el índice de personal ocupado en la construcción que es suministrado por otra razón social comenzó una caída drástica que no ha frenado. La última actualización de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) muestra un descenso mensual de 30.8% en la fuerza laboral no dependiente de la razón social, como resultado de esto el índice cayó a 38.8 puntos.

En el otro extremo, durante septiembre el índice de personal dependiente de la razón social creció 4.8% para ubicarse en un valor de 83.6 puntos, un nivel no visto desde 2019.

“Todos los sectores exhiben una disminución importante en el personal ocupado que es suministrado por otra razón social a la de la unidad económica. En casi todos, esto es correspondido por un aumento, de distinta magnitud, en el personal ocupado de la misma razón social”, expuso en redes sociales Julio Santaella, presidente del Inegi.

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