El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, afirmó que una reforma electoral debe ser por consenso de todas las fuerzas políticas y no por mayoriteo de una sola. Consideró que si sólo se pretende la renovación de consejeros y magistrados será una reforma miope, alimentada por rencores, filias y fobias.

“Una reforma de gran calado que se plantee como principal objetivo, meramente la renovación de los órganos directivos de las autoridades electorales, termina por ser más bien una reforma miope, alimentada por los rencores, filias o fobias personales, que carece de altitud de miras. Una reforma electoral no es, no puede ser un asunto de estómago, sino una apuesta de gran alcance, resultado de diagnósticos y análisis ampliamente razonados, de otro modo estará garantizado su fracaso”, advirtió.

Durante la presentación virtual del libro Elecciones, justicia y democracia en México. Fortalezas y debilidades, Lorenzo Córdova refirió que las reformas electorales que se han hecho desde 1996 hasta 2014 han fortalecido la autonomía de los órganos electorales, ampliado los derechos de la ciudadanía, perfeccionado los procedimientos técnicos del sistema electoral y hecho más equitativas las condiciones de la contienda política. “Nunca, ninguna reforma ha buscado retroceder en estos puntos”, dijo.

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Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró este jueves que presentará al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma electoral para destituir a los actuales consejeros y magistrados electorales, porque a su parecer no están comprometidos con erradicar los fraudes electorales, el consejero presidente del INE consideró que quienes tengan propuestas deben revelar qué es lo que desean lograr con su iniciativa.

“Nuestro sistema electoral se edificó para erradicar la inequidad y la intervención gubernamental en favor de su partido y sus candidaturas. De llevarse a cabo en los próximos días o meses una reforma electoral sería importante definir cuáles son sus objetivos; qué se quiere modificar y para qué se quiere modificar, qué es lo que se quiere lograr con la reforma”, sostuvo.

Lorenzo Córdova cuestionó por qué si el Gobierno de la República no tiene confianza en el INE, acordó con el gobierno de Estados Unidos para que fungiera, a través del T-MEC, como observador en el proceso de legitimación del contrato colectivo de trabajo en la planta de GM en Silao, Guanajuato.

“Mas allá de eventuales ajustes particulares y cambios específicos que puedan hacérsele al perfectible modelo electoral, una reforma de gran calado resulta absolutamente innecesaria, pero además, una reforma radical no sólo es innecesaria, sino inoportuna. La historia de las reformas político-electorales en México nos muestra que los cambios de gran calado, orientados a perfeccionar el sistema electoral mexicano se han llevado a cabo bajo una serie de directrices fundamentales: primero, surgen comúnmente a partir de demandas y reclamos de las oposiciones, y particularmente después de elecciones presidenciales complejas, una situación que me parece está lejos de haberse presentado en las elecciones del 2018, o en las elecciones de este año. Segundo: las principales fuerzas políticas acuerdan las reformas sustanciales a partir del convencimiento compartido por todas ellas, de que es necesario modificar las reglas. Se ha tratado de reformas que resultan de un amplio consenso entre los partidos políticos. (…) Del amplio consenso, y de ser posible la unanimidad en torno a la definición de las reglas del juego, es una condición indispensable parala estabilidad y gobernabilidad democrática. De otro modo, si una reforma es producto de un mero mayoriteo de alguna fuerza o algunas fuerzas del espectro político, corremos el riesgo, y ya nos ha pasado, que las reglas se conviertan -en el futuro- en vez de un ancla de certeza y estabilidad, en la fuente de descalificación y desconocimiento de los futuros procesos democráticos”, dijo Córdova Vianello.

“Podemos ir a la elección presidencial 2024 sin problemas”, comentó.

El consejero presidente del INE dijo que si los legisladores en el Congreso de la Unión deciden que no es procedente una reforma electoral, el Instituto puede organizar sin ningún problema la elección presidencial del 2024.

“Nuestro sistema electoral es sin duda perfectible (…) una reforma electoral siempre es pertinente y siempre lo será, pero no es necesaria. Las elecciones de este año, las mejores desde el punto de vista técnico y organizativo, demuestran que si no hay cambios en materia electoral podemos ir a organizar los comicios del 2024 sin mayor problema”, aseveró.

Argumentó que los verdaderos problemas del país no están en el sistema electoral, sino en la pobreza creciente, la desigualdad ominosa, la corrupción, impunidad, inseguridad y la violencia.

Destacó que las reformas electorales realizadas hasta el momento han dado la garantía a los ciudadanos de que haya gobiernos plurales y que sean los que obtuvieron la mayoría del voto. Insistió que no es un buen augurio que se pretenda modificar la ley electoral en un contexto de ataques y descalificaciones a las autoridades electorales por el simple hecho de que ejercen su autonomía e independencia frente a los actores políticos.
Piden al Presidente de la República revelar motivaciones

Por su parte, el expresidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, consideró que el presidente Andrés Manuel López Obrador debe explicar a la sociedad el por qué de sus argumentos de llevar a cabo una reforma electoral.

Consideró que el mandatario federal debe explicar qué significa para él una auténtica democracia como repite; a qué se refiere con erradicar los fraudes electorales, ya que en las últimas elecciones Morena ha ganado Gubernaturas, municipios y Congresos. Y también por qué insiste en la idea de que los integrantes del INE son deshonestos, cuando diversas encuestas muestran que el pueblo coloca al órgano electoral como una de las instituciones de mayor credibilidad, incluso más que la Presidencia de la República.

Luis Carlos Ugalde dijo que “una buena reforma electoral siempre es bienvenida, pero una mala reforma se debe combatir”.

El consejero del INE, Martín Faz Mora, señaló que el libro es una obra especializada, referente para la academia, para quienes están en el ámbito electoral, para quienes quieran conocer y actualizar el sistema electoral mexicano.

“Es una saga que ha sido realizada ya desde hace tiempo en una primera edición en el 2013, con el título Fortalezas y Debilidades del Sistema Electoral Mexicano (2000-2012). Ideas para una nueva reforma electoral, que de alguna manera daba inicio con estos diagnósticos sobre el sistema electoral en su conjunto, respondiendo, incluso, creo yo, a los contextos de las posibilidades en reformas electorales que se planteaban en ese entonces”, refirió.

Faz Mora añadió que la tercera edición da continuidad a todos estos estudios e incorporan nuevos elementos que constituyen “un referente necesario para cualquiera que quiera conocer, analizar, profundizar y tener una visión y un diagnóstico del sistema electoral mexicano”.

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