El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) confirmó este domingo que se identificó el cadáver del que fuera el líder de la compañía de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, y los de los otros nueve fallecidos en el desplome de su avión, ocurrido el pasado miércoles.
Según el comité de instrucción, la identidad de los ocupantes de avión fue confirmada por los análisis comparativos de ADN.
“En la investigación del siniestro del avión en la región de Tver concluyeron los peritajes genético-moleculares. Por sus resultados se ha establecido la identidad de los diez fallecidos, que se corresponden con las declaradas en la lista de pasajeros“, señaló el CIR en un comunicado.
En el Embraer Legacy 600 de Prigozhin, que se estrelló por causas aún desconocidas unos 300 kilómetros al noroeste de Moscú cuando volaba de la capital rusa a San Petersburgo, se encontraba también el principal comandante y cofundador de la compañía de mercenarios, Dmitri Utkin.
Antiguo oficial de la inteligencia militar rusa, Utkin combatió en Chechenia, Siria y Ucrania, y fue galardonado con el título de “Héroe de Rusia” y precisamente con su nombre en clave, “Wagner“, fue nombrada la compañía de mercenarios.
Entre los diez ocupantes del avión también se encontraba Valeri Chekálov, responsable de la seguridad personal de Prigozhin y de parte de sus negocios, recientemente sancionado por Estados Unidos.
De momento las investigaciones no han esclarecido las causas del siniestro, entre las que se manejan una explosión a bordo, un fallo técnico o incluso un error de pilotaje.
Algunos medios han señalado la posibilidad de que la aeronave pudo ser abatida, intencionalmente o por error, por misiles de las unidades de defensa antiaérea que protegen una residencia del presidente ruso, Vladimir Putin, situada junto a la ruta que seguía el avión.
El Kremlin ha rechazado de manera rotunda las acusaciones de la oposición y las declaraciones de políticos occidentales de que Putin podría estar detrás del siniestro del avión de Prigozhin.
“Es una absoluta mentira”, enfatizó el vocero de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.