La Corte Nacional de Justicia de Ecuador decidió este viernes que la detención del exvicepresidente Jorge Glas durante el asalto de la fuerza pública a la Embajada de México en Quito fue “ilegal y arbitraria”. 

Empero, el exfuncionario continuará en prisión porque aún debe cumplir parte de una sentencia que le fue impuesta por otros casos.

“La detención es ilegal y arbitraria y señala que (…) correspondería disponer la inmediata libertad de la persona afectada. No obstante, conforme se ha justificado en el presente proceso (…) existen sentencias condenatorias con la autoridad de cosa juzgada (…)”, reza parte de la sentencia leída por la jueza Mónica Heredia. 

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Del mismo modo, la togada advirtió que el tribunal a su cargo “no puede modificar la condena impuesta por la Corte Constitucional, por lo que no es procedente conceder la libertad al ciudadano, al existir ya en su contra otra orden de privación de libertad distinta a la que motivó la presente acción de ‘habeas corpus'”. 

Al iniciar su exposición, Heredia aludió a los problemas jurídicos del caso que corresponden a la responsabilidad pasiva del presidente Daniel Noboa y la ministra de Gobierno, Mónica Palencia, la arbitrariedad de la captura de Glas y las competencias del tribunal, reseña Ecuavisa. 

En criterio de Heredia, la ilegalidad de la ejecución de la orden de aprehensión contra el exvicemandatario radicó en que las fuerzas policiales no contaban con la venia del jefe de la misión para entrar en la legación diplomática. 

La defensa de Glas celebró el dictamen relativo a la ilegalidad de su captura, pero anunció que interpondrá nuevos recursos judiciales para conseguir su liberación. 

“Estamos preparando unos recursos, porque a pesar de que el ‘habeas corpus’ nos fue otorgado, pensamos que tiene que corregirse en parte, porque debió obtener su libertad; es decir, retrotraer todo a su estado natural”, sostuvo el abogado Marcelo Orellana, uno de los representantes legales del exfuncionario. 

A ese respecto, Orellana alegó que aunque el exfuncionario ya ha cumplido más del 60 % de la pena que le fuera impuesta, no ha podido beneficiarse en esta ocasión de las medidas de prelibertad establecidas por las leyes locales. 

Del mismo modo, llamó a recordar que al momento de su aprehensión, Glas “se encontraba bajo el estatus de asilo que le otorgó el Estado mexicano”. 

El testimonio

La audiencia sobre este ‘habeas corpus’ fue instalada inicialmente la tarde del jueves y continuó este viernes. El recurso fue presentado el lunes por Francisco Hidalgo, representante legal del movimiento de la Revolución Ciudadana (RC), con la finalidad de que se determine que la detención de Glas fue ilegal.

El exvicepresidente, quien se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad ‘La Roca’, en la ciudad de Guayaquil, provincia de Guayas, participó en la audiencia de manera telemática.

Durante su intervención, contó que fue torturado durante su detención en la irrupción a la embajada. “No bastó más para que me tiraran contra la pared, me golpearan la cabeza contra la pared y comenzasen a darme puntapiés y rodillazos en las caderas”, relató, agregando que se le “tiraron encima”, le “pisaron el cuello” y le “patearon las costillas”.

“Me esposaron y estaba colgado con las manos hacia atrás, en una clara posición de tortura”, contó e indicó que para sacarlo de la Embajada, los uniformados lo cargaron “como trofeo de guerra, como que fuera una vaca”.

Glas recordó, como ya se ha podido evidenciar en imágenes del interior de la Embajada publicados por el Gobierno mexicano, que los agentes también usaron la fuerza contra Roberto Canseco, jefe de Cancillería y Asuntos Políticos de México en Ecuador, quien trató de impedir el asalto a la sede diplomática y la captura del exfuncionario.

La madrugada de este viernes, en una segunda intervención, Glas dijo que permanece en huelga de hambre, ante la falta de sus medicinas para poder mantenerse estable. Aunque un informe suscrito por el director de la cárcel ‘La Roca’ descartó que no se le suministraran sus medicamentos, reseña Radio Pichincha.

Justificación de las autoridades

Desde el Gobierno han argumentado que la detención y el asalto a la Embajada –que viola la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas– respondió al supuesto riesgo de fuga por parte de Glas.

“Yo prófugo no soy, ni he sido. No me fui del país, fui a una Embajada, que me dio asilo político cuando se me ha negado la libertad”, manifestó Glas en su defensa.

En la audiencia, la defensa del comandante general de la Policía Nacional, César Zapata, indicó que la orden de detención la dio el presidente, Daniel Noboa, como comandante en jefe.

Se dijo que actuaron en cumplimiento a una orden judicial que señalaba la localización y captura del exvicepresidente.

Sin embargo, Mishel Mancheno, secretaria general Jurídica de la Presidencia de la República, en representación de Noboa, señaló que el presidente no autorizó ninguna irrupción y que fue parte de las acciones de la Policía y de las Fuerzas Armadas en cumplimiento a la orden judicial.

La funcionaria señaló que se ha respetado el debido proceso, tomando en cuenta la Constitución y las leyes; y afirmó que la detención no es arbitraria, ilegítima ni ilegal.

La ministra Palencia, por su parte, insistió en que para la detención hubo orden directa de Noboa, que los testimonios de la Policía y otras autoridades han coincidido. Por tanto, mencionó que se debe negar el ‘habeas corpus’, tomando en cuenta, además, que Glas tiene condena en firme.

Maynor Roberto Berganza, abogado, profesor y analista político, opina que la decisión de la Corte de Justicia es contradictoria por aceptar que la irrupción de las fuerzas policiales fue ilegal y no otorgar la libertad a Glas.

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