Es la gran pregunta que tiene a los comandantes militares rusos rascándose la cabeza: ¿qué hace que las defensas aéreas de Ucrania sean tan impenetrables de repente?

Solo este mes, Rusia lanzó ocho oleadas de ataques con misiles contra la capital ucraniana, el último de ellos un bombardeo en las primeras horas de este martes que involucró al menos 18 misiles de varios tipos y un enjambre de aviones no tripulados.

Sin embargo, Kyiv afirma que escapó sin apenas un rasguño, negando que ninguno de los misiles o drones alcanzara sus objetivos.

Puede que sea una exageración —las autoridades estadounidenses creen que probablemente se dañó un sistema de defensa Patriot de fabricación estadounidense—, pero incluso teniendo en cuenta la hipérbole, los expertos dicen que está claro que está ocurriendo algo extraordinario.

Hasta hace poco, la mayoría de los analistas e incluso los funcionarios de defensa estadounidenses simplemente dudaban de que las defensas aéreas de Ucrania estuvieran a la altura de repeler un ataque ruso sostenido.

Apenas el mes pasado, documentos filtrados del gobierno estadounidense detallaban cómo las reservas ucranianas de misiles de defensa aérea de medio alcance de la era soviética estaban gravemente agotadas, mientras que incluso Alexander Rodnyansky, asesor económico del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenksy, admitió recientemente a CNN que las defensas aéreas de su país “no estaban haciendo frente lo suficientemente bien”.

Esas valoraciones se produjeron tras la embestida del 9 de marzo, en la que Rusia lanzó 84 misiles contra las principales ciudades de Ucrania. En esa ocasión, incluso Kyiv admite que seis misiles balísticos Kinzhal lograron eludir sus defensas aéreas.

Entonces, ¿qué cambió en el espacio de unas pocas semanas?

¿Todo gira en torno a los Patriots?

La respuesta obvia, al menos en la región de Kyiv, es el despliegue de los sistemas de defensa antiaérea Patriot, de fabricación estadounidense, que llegaron a Ucrania el mes pasado.

Estados Unidos y Alemania suministraron cada uno una batería Patriot a Ucrania.

Los misiles interceptores Patriot pueden impactar aviones de altitud alta — y media –, misiles de crucero y algunos misiles balísticos, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés).

Tan formidables son las defensas Patriot que Rusia prometió acabar con ellas. De hecho, algunos expertos creen que la oleada de ataques de este mes se diseñó específicamente para superarlas en número.

Y los ataques de este martes en Kyiv probablemente dañaron, pero no destruyeron, uno de los sistemas Patriot de Ucrania, según declaró un funcionario estadounidense a CNN.

Pero no son solo los Patriots los que defienden los cielos de Ucrania.

Kyiv recibió más misiles de defensa antiaérea de corto y medio alcance de otros países de la OTAN, según el CSIS.

Entre ellos se encuentran algunos de los sistemas más avanzados disponibles, como las baterías alemanas IRIS-T, y otros menos avanzados, como el sistema antimisiles Hawk, predecesor del Patriot.

“Los dirigentes ucranianos declararon que el sistema IRIS-T ha tenido éxito en el 90% de los enfrentamientos”, escribió Ian Wiliams, del Proyecto de Defensa Antimisiles del CSIS, en un informe de este mes, y añadió que otra donación occidental, el NASAMS estadounidense, tenía un índice de éxito del 100%, según comentarios de noviembre pasado del secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin.

También están las armas que Ucrania ya poseía antes de que estallara la guerra, en su mayoría sistemas de la era soviética que incluyen los misiles antiaéreos de medio alcance S-300 y Buk M1. Según el informe del CSIS, estos sistemas han tenido un 80% de éxito en sus ataques contra misiles de crucero rusos.

Publicidad