El presidente chino, Xi Jinping, no asiste a la cumbre del G20 que se celebra este fin de semana en India, una decisión que impide la posibilidad de una reunión con su homólogo de EU, Joe Biden, y que genera interrogantes sobre las prioridades de la diplomacia china.

En su lugar, acudirá su primer ministro, Li Qiang, quien también representó a su país en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y China, celebrada en Yakarta (Indonesia) esta semana.

La ausencia de Xi contrasta con su reciente gira por Sudáfrica, donde participó en la cumbre de los BRICS y con su frecuente actividad diplomática desde que China desmantelase la política de ‘cero covid’ a finales de 2022.

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La ausencia del líder chino da al traste con la posibilidad de que se produjese una reunión con Biden en los márgenes del evento, aunque algunos analistas opinan que ésa es precisamente la razón de su inasistencia.

“La razón principal es evitar la foto con Biden y mostrar así su descontento por la falta de avances concretos en la gestión de sus diferencias, tal como habían consensuado en la anterior reunión en Bali (Indonesia)”, señaló a EFE el director del Observatorio de la Política china, Xulio Ríos.

Varios funcionarios estadounidenses han visitado el país asiático en los últimos meses, entre ellos el secretario de Estado, Antony Blinken, y las responsables de Comercio y el Tesoro, Gina Reimondo y Janet Yellen, lo que se había visto como un acercamiento entre Washington y Pekín.

Sin embargo, según el experto, los recientes contactos al máximo nivel “han sido poco edificantes”, al usar la Administración Biden un “doble lenguaje” con el que Xi no quiere participar.

“Desautoriza a Biden, quien parecía querer marcar unilateralmente el ritmo de los encuentros”, aseveró Ríos.

Quedará por ver si el presidente chino irá al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará en San Francisco (EU), donde podría coincidir con Biden el próximo noviembre.

El académico de la Universidad de Nanjing Zhu Feng señaló al diario hongkonés South China Morning Post que es “normal” que Xi decida no acudir a India, país con el que China tiene numerosos conflictos territoriales.

“India realiza ejercicios militares en la frontera con China que continuarán durante la cumbre y que presionan a Pekín”, explicó Zhu.

Por su parte, el profesor de la Universidad Renmin Shi Yinhong indicó al rotativo hongkonés que “varios países del G20 tienen distintos grados de confrontación con China” y que, por tanto, Pekín “le da cada vez menos valor” al bloque por “poder ejercer una limitada influencia”.

Además, el presidente ruso, Vladímir Putin, tampoco acudirá a la cita, en la que se espera que los representantes de varios países miembros condenen la invasión rusa de Ucrania, un conflicto con respecto al cual Pekín ha mantenido una calculada ambigüedad.

Además, al delegar en su primer ministro, que está a cargo de la política económica china, Xi evitará dar explicaciones en la cumbre acerca de la salud de ésta, cuya recuperación pospandémica parece haberse frenado después de un prometedor inicio de año.

Recientemente, Xi no pronunció un discurso previsto en el foro empresarial de los BRICS, dejando que el ministro de Comercio, Wang Wentao, leyera el texto en su lugar, sin que se proporcionase una explicación.

El pasado noviembre, mientras su país vivía los últimos coletazos de su restrictiva política contra la Covid-19, Xi participó en la cumbre del G20, celebrada en Indonesia, sin mascarilla y sin las medidas de prevención registradas en Kazajistán dos meses antes, en el que fue su primer viaje al extranjero en más de dos años.

Además de reunirse con Biden en la citada cumbre en Bali (Indonesia), Xi se anotó éxitos como el restablecimiento de las relaciones el pasado marzo entre Arabia Saudí e Irán mediante la mediación china y recibió a un gran número de mandatarios internacionales en Pekín la pasada primavera, entre los que destacaron el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el francés, Emmanuel Macron o la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Sin embargo, Xi ha salido de su país en tan solo en dos ocasiones en lo que va de año: una, para visitar el pasado marzo Moscú, donde se reunió con Putin, y la segunda, para acudir a la citada cumbre del BRICS.

En opinión de Ríos, el hecho de que Xi no acuda al G20 “es un contraste notorio su activismo diplomático previo a la pandemia y probablemente está en vías de normalización” y “nos indica una prioridad en su agenda: la geopolítica, dejando la economía para el primer ministro”. 

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