Xalapa.- Pocos políticos pueden darse el lujo de presumir que han abonado a una debacle tan profunda como lo hizo el ex alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, durante el periodo en que gobernó (2013-2017) y debía fortalecer la victoria priista en la capital del estado.
Los resultados de la presencia política del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en materia electoral, “bajo la vigilancia” de Zúñiga Martínez, pasó de prominente, a nula.
En 2013, cuando Américo Zúñiga recibió la alcaldía de manos de una priista criticada, como Elizabeth Morales García, el PRI obtuvo 56 mil votos que le dieron el triunfo, aunque no legitimaron su Gobierno; aún así, al salir de su administración, dejó al priismo en un penoso tercer lugar en la preferencia electoral con apenas 19 mil votos.
Tan sólo en este rubro, siendo la primera autoridad municipal en la capital del estado, hizo perder más de 37 mil votos en apenas cuatro años; dejando a su partido detrás del Partido Acción Nacional (PAN), que jamás ha ganado en Xalapa, y de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que obtuvo la presidencia municipal en 2017.
Y es que la debacle priista inició desde 2013, apenas como presagio de lo que se vendría, pues pasó de ser la primer fuerza a ser tercera en las elecciones de diputados federales en 2015, teniendo como primer lugar a Morena.
Para la elección de gobernador en 2016, el PRI enfrentó la peor de las derrotas, pues fue relegado al tercer lugar, por debajo de la avasalladora Morena y la coalición de PAN y PRD.
Ahora, el partido tricolor encara una elección definitoria en el ámbito federal, estatal y local, teniendo como “capitán” del barco a “medio hundir” a Zúñiga Martínez, cuyo único logro ha sido, hasta ahora, abonar a la derrota del PRI.
