Xalapa.- La inseguridad, las obras inconclusas, de mala calidad o producto de ocurrencias, no son la única herencia del alcalde Américo Zúñiga Martínez, pues a esto se suma el desorden que deja en el desarrollo urbano y en la vialidad de la ciudad.

La antes Ciudad de las Flores se ha convertido en una localidad cuyas calles, callejones y avenidas, no se dan abasto para desahogar el creciente flujo vehicular, ya que si la falta de planeación dificulta el tránsito, ahora con las decisiones del alcalde, la capital de Veracruz se ha convertido en un “estacionamiento gigante”.

Bajo el pretexto de “impulsar la apertura de negocios”, el cuestionado alcalde Zúñiga Martínez ha permitido la proliferación de “mini plazas”, bares, cantinas, y en general comercios, que ni siquiera cumplen con el reglamento pues no cuentan con el número de cajones de estacionamiento que la norma exige.

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Para muestra la avenida Murillo Vidal y Rébsamen, en donde el edil ha permitido la apertura de restaurantes, panaderías, farmacias y bares, que no ofrecen los espacios para automóviles que marca la reglamentación.

Pero estás avenidas no son la excepción, pues incluso en zonas como 20 de Noviembre, Araucarias, Sipeh Ánimas, Clavijero, Atletas Veracruzanos, son transitadas a “vuelta de rueda” porque los “hábiles” se estacionan en doble carril y no hay mando que les diga nada.

La autoridad municipal no ha sabido o no ha querido ordenar está situación, pues se le ha hecho más fácil ser permisivo en la autorización de construcciones urbanas que aplicar la ley y obligar a los comercios a tener cajones de estacionamiento o a contratar alguno cercano para sus clientes.

El resultado es una ciudad saturada de automóviles, con insuficiencia de estacionamientos, con vialidades que sirven para estacionarse, comercios en la irregularidad, ciudadanos molestos porque las calles ya no son suyas sino de los autos.

Más aún, en repetidas ocasiones los mismos empresarios se han quejado de que es cada vez más complicado para sus clientes acudir a las tiendas y comercios a causa del tráfico que se genera por la falta de estacionamiento.

La situación es tal que los vecinos han empezado a lidiar con una nueva plaga: la aparición de conductores que sin preocupación dejan sus vehículos en el frente de sus viviendas y que son asiduos clientes de comercios cercanos.

Ya sea en el Centro, en Ánimas, en cualquier colonia, los residentes han tenido que colocar los letreros de “Ni un ratito, ni cinco minutos: no te estaciones”.

Y aunque parezca chiste, por lo menos para el Ayuntamiento, es reflejo de la anarquía en la planeación urbana que ha incrementado Americo Zúñiga en el tema vial.

Y es que entre las promesas incumplidas de Zúñiga Martínez está el programa de Movilidad 360, que supuestamente sería la solución al problema de la vialidad en la ciudad.

A pesar de ser presentada como la panacea, nunca contempló el ordenamiento de comercios en el tema de cajones de estacionamiento, que en buena medida hubiera corregido el problema.

Más aún, este cacareado programa jamás se llevó a cabo y, por el contrario, el alcalde aprobó que cada fin de semana se cierre la avenida Murillo Vidal para establecer la llamada Vía Recreativa, que busca devolver la ciudad a los peatones.

Sin embargo, los ciudadanos se han quejado porque nuevamente cierran la vialidad cada domingo sin consultar a la población y lejos de promover las actividades lúdicas, hay quien toma la avenida como un estacionamiento cercano a los negocios de la zona.

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