El progreso social en México retrocedió el año pasado a su peor nivel desde 2015, según el colectivo Observatorio Económico México Cómo Vamos, en colaboración con la organización sin fines de lucro estadounidense Social Progress Imperative.
El Índice de Progreso Social en México (IPS) se ubicó en 63 puntos, un retroceso anual de 1.1 puntos, que borra de un plumazo el avance logrado desde hace 6 años, el primero en el que comenzó a realizarse este estudio, cuando el nivel nacional llegó a 62.9 puntos.
A juicio de los autores, “se puede hablar en términos generales de un estancamiento de seis años, ya que prácticamente el progreso social que se observa en 2015 es el mismo de 2021”, según Axel Rodríguez, miembro del Observatorio.
El índice abarca el desempeño social en los 32 estados del país a partir de un rango de indicadores sociales y ambientales que se divide en tres aspectos: necesidades humanas básicas, fundamentos del bienestar y oportunidades.
En los dos últimos de los seis años en que se registra el retroceso, se aprecia que no hubo “infraestructura suficiente para atender a aquellas personas en alguna situación relacionada directamente con el Covid-19”, señaló el especialista.
En materia de necesidades humanas es donde se obtiene el puntaje más bajo, y ahí se reflejan problemas como la mortalidad infantil y enfermedades infecciosas.
Entre 2020 y 2021, de 32 estados al menos 24 sufrieron caídas en su IPS, según el análisis recién difundido, entre las que destacan estados del centro y sureste, la franja con mayor pobreza y más alto nivel de población indígena en el país, como Veracruz, Oaxaca, Puebla, Veracruz, Hidalgo y Campeche, con pérdidas de 2.5 a 4.1 puntos.
Estas provincias destacaron además por su falta de infraestructura, pocos insumos y menor capital humano.
Entre los estados en los que hubo avances sobresale la capital y los céntricos de Zacatecas y Aguascalientes, tradicionales expulsores de mano de obra a Estados Unidos, probablemente gracias a las remesas familiares, así como San Luis Potosí, Tlaxcala, el sureño de Tabasco y el norteño de Chihuahua.
Los estados con más posibilidades de beneficiarse de la llamada “relocalización de empresas” a raíz de los problemas en la cadena de suministro que se registraron en los últimos meses son Querétaro, Aguascalientes, la capital y Jalisco, en una franja que abarca el centro y el occidente de México.
El Índice de Progreso Social 2015-2020 es definido por sus auspiciadores como “la primera medición holística del desempeño social de un país que es independiente de factores económicos”.
Se trata de una herramienta “puntual de medición” basada en el Producto Interno Bruto (PIB) y datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que “busca incidir en políticas públicas de desarrollo social, para que los recursos económicos sean enfocados en las necesidades de cada entidad”, indica el documento.
“El progreso social en 2019 cayó, y no vemos algo distinto en 2021”, afirmó durante el acto de presentación del informe Sofía Ramírez, directora de México Cómo vamos.
“En los últimos cinco años se observa una caída importante en seguridad personal y acceso a la justicia, debido que hay un aumento de los homicidios y violencia, así como una mayor percepción de inseguridad y presencia del crimen organizado”, hizo notar la dirigente.
Ramírez señaló que, con relación a la salud, el mayor daño lo provocó la pandemia en México que se reflejó en la pérdida de vidas humanas, que “tiene una relación directa con el progreso social”.
“Si el proveedor de la familia muere, la carga es para los demás integrantes, especialmente las mujeres, sin importar la edad, que debe salir a trabajar y seguir haciéndose cargo de las tareas del hogar”, explicó. Katia Guzmán, coordinadora de datos de México Cómo Vamos, indicó que el exceso de mortalidad “no se refiere necesariamente a los decesos causados por la enfermedad de Covid-19, sino a las personas que no pudieron atenderse por otro padecimiento que sí era tratable, debido a la insuficiencia hospitalaria”.
