Camila Jaber, apneísta mexicana, encontró una habilidad reveladora mientras hacía sus primeras incursiones debajo del agua, practicando un deporte de voluntad extrema que precisa de bucear en profundidad con los pulmones como única herramienta. “No sabía que tenía la habilidad hasta que lo practiqué por primera vez (cuando iba en la prepa). Me gustaba mucho estar en el agua. Yo nací en Campeche y crecí en Quintana Roo. Hice buceo con tanque, pero sentía que era muy cómodo. Aguantar la respiración es contrainstintivo y te conecta con algo más humano. Un buen deportista tiene habilidad, pero también ha dedicado muchos años de entrenamiento”, explica en entrevista con Yahoo! Deportes.

Con la capacidad de sumergirse 58 metros sin aletas y hasta 82 con bialetas, la atleta de 27 años explica que la apnea requiere de una concentración absoluta y también de mucha paciencia: cada metro es medular. “Entrenamos mucho la parte mental. Es la clave: mantenerte en el presente. Mi cuerpo le dice a mi cerebro: ‘tengo que respirar’. Pero de forma consciente me doy cuenta de que todo está bien. La apnea a profundidad es muy progresiva: para hacer, por ejemplo, el récord nacional de 82 metros con bialetas, pasé cuatro años atorada en 70 metros. Hice 75, 80, 81… Cuando ya estás ahí, debes sumarle uno o dos metros más”.

Ganadora del Premio #CreateCOP26 de la UNESCO, por el corto ‘Yo soy cenote’, en el que relata y ejemplifica con su buceo la comunión que existe entre arte y naturaleza, Jaber tuvo, en sus primeras inmersiones, con un maestro de primer orden y rápidamente entendió por qué quería prescindir de cualquier equipo técnico para apoyarse en sus inmersiones.

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“Tuve la fortuna de dar mis primeros pasos con el campeón de mundial sin aletas, William Trubridge. De él aprendí muchísimo y me inculcó el gusto por la modalidad sin aletas. Yo era muy consciente de que hacerlo con aletas, bialetas o monoaleta, requería de un equipo, y quieres tener el mejor equipo para hacerlo lo más profundo posible. Yo no podía costearlo y, además, quería hacerlo de la manera más pura, porque eso es lo que me gusta de la apnea, que dependía enteramente de mi capacidad en el agua. Ahora que tengo sólida la base, para disfrutar más el deporte hago otras disciplinas (con apoyo de equipo técnico): un buceo sin aletas puede sentirse como los mejores tres minutos de mi vida o como los peores”.

En colaboración con Expedia, Jaber grabó el corto Yucatán in One Breath, en el que repasa la riqueza cultural de Yucatán en todos los ámbitos. En el video, además de describir la experiencia sagrada que implica bucear en profundidad, Jaber recuerda la responsabilidad de honrar las tradiciones y en ese mismo aspecto ahonda cuando habla de su compromiso social.

“Estar debajo del agua y aventurarse te hace conectar mejor con el destino: puedes sumergirte y ver arte debajo del agua. Eso te vuelve mucho más consciente, necesitamos un turismo más responsable. Yo lo digo mucho: el turista debe tener interés de los problemas que se viven en la zona. Obviamente vas de vacaciones y quieres conocer lo bonito, pero si realmente quieres conocer el corazón de un sitio, debes conocer lo que no es tan bonito y ver cómo puedes apoyar”. Jaber destaca las experiencias que brinda Expedia con opciones como hacer recorridos con personas locales, rentar carros, y de esa forma conocer mejor el destino, meterse hasta las entrañas, y entender así también las problemáticas del destino y no delimitarlo a una visita anecdótica. Vivir el lugar.

“El turismo tiene este papel: ser propulsor de la conservación o mostrar su otra cara. Tenemos en este momento el tema del Tren Maya, en el que el turista tiene una voz muy fuerte, porque son lugares tan frágiles que queremos conservar: que no se vean los mismos hoteles, los mismos lugares, porque así se pierde la individualidad del lugar”. Jaber mezcla su faceta de deportista con la de activista. En noviembre pasado, viajó a Ciudad de México como parte del colectivo #SelvameDelTren, que iba a tener una reunión con el presidente López Obrador, la cual fue cancelada de última hora. Y actualmente pone sus energías en el colectivo SOSCenote, donde colabora directamente con las comunidades que sufrirán en primera fila los impactos del megaproyecto estelar del gobierno actual.

“Estamos muy enfocados en combatir la desinformación que hay. Sabemos que las consecuencias van a ser graves. Tenemos que ver el daño a la cultura local, a las personas que quieren mantener la cultura maya, que no haya un solo modelo de turismo en la Península de Yucatán. Estamos enfocados en esas repercusiones sociales. Nos sumamos a la Caravana del Sur Resiste, que reconoce su derecho de mantenerse independiente a este modelo económico que sí, genera trabajos y oportunidades económicas, pero queremos que haya turismo comunitario, turismo regenerativo, turismo que promueva la conservación de los ecosistemas y de la cultura local”, finaliza.

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