Una vez que iniciaron los trabajos legislativos en la 64 legislatura de la Cámara de Senadores ya les tenían preparada una bienvenida nada despreciable.

Por encima de que iban recibir su primer pago como legisladores, el cual asciende a 118 mil pesos, a los 128 integrantes del senado les esperaba la entrega de 392 mil pesos de bonos y apoyos para iniciar su trabajo.

De acuerdo a un comunicado de la Secretaría General de Servicios Administrativos, se hizo del conocimiento a los senadores de una serie de beneficios a los cuales podían tener acceso tales como:

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  • “Apoyo para el Trabajo Legislativo y de Gestión” por 250 mil pesos, con la intención de que pudieran utilizar los recursos para adquirir un vehículo
  • “Apoyo para la Modernización Tecnológica” por 25 mil pesos para adquirir una computadora.
  • “Asignación Especial por Inicio de Legislatura” 117 mil pesos, de libre disposición.

Cada legislador recibiría 392 mil 187 pesos, lo que significaría que el senado erogaría en menos de una semana un total de 50 millones 199 mil 936 pesos.

En el contenido del documento se solicitaban “instrucciones” para prever las asignaciones a cada grupo parlamentario y a senadores sin grupo.

Sin embargo, una vez que la Secretaría de Servicios Parlamentarios recibió el documento, la bancada de Morena expresó que solicitará la cancelación de esa partida millonaria en la Junta de Coordinación Política de la Cámara alta.

El senador Ricardo Monreal, coordinador de los morenistas, envió un oficio a la Secretaría de Servicios Administrativos en el que afirma que ese gasto es contrario a las medidas de racionalidad y ahorro que pretenden poner en marcha en el Senado.

“Le informo que iniciaremos un plan de austeridad y hemos proyectado que actuaremos con sobriedad y moderación, con la auténtica determinación de eliminar privilegios y excesos”, indica.

De aplicarse esa medida, terminara la costumbre de las compensaciones y apoyos especiales, al inicio de los trabajos legislativos, que tienen su origen en 2006 cuando había una fuerte tensión poselectoral en el país y que los senadores salientes “conservaron”.

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