Si la percepción de mayor riesgo aumenta y el paquete fiscal de 2025 no logra presentar una ruta de consolidación fiscal creíble, aumentarían los riesgos para la calificación soberana de México en el mediano plazo, de acuerdo con Citibanamex.
El área de análisis económico del grupo financiero anticipó que el gobierno entrante de Claudia Sheinbaum enfrentará presiones para la estabilidad de las finanzas públicas, pues el gasto público ha crecido a niveles históricos y más rápido que los ingresos.
Advirtió que para mantener las finanzas públicas en una ruta sostenible; es decir, estabilizar la deuda pública como porcentaje del producto interno bruto (PIB), es necesario disminuir el déficit, que en 2024 superará 6% del PIB, el nivel más alto desde 1988.
Citibanamex recordó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha planteado una consolidación fiscal, sin considerar una reforma, para 2025-2030 exclusivamente a través de recortes en el gasto, y ello implicaría una reducción de 3% del PIB, lo que, dada la inercia del gasto y los compromisos adquiridos demográficos y políticos, es poco factible.
Expuso que si bien el gasto público se ubicó relativamente en línea con lo programado, en el acumulado entre enero y julio creció 10.8% real a tasa anual, cifra únicamente comparable con el 12.7% observado durante 2008, cuando la política fiscal fue utilizada como herramienta contracíclica en respuesta a la crisis financiera global, señaló la institución financiera en el reporte “Examen de la situación económica de México. Tercer trimestre 2024”, publicado este miércoles.
Indicó que la disciplina fiscal se ha visto erosionada recientemente con un déficit público muy elevado previsto para 2024, el mayor en décadas, aunque el nivel de deuda sigue siendo coherente con una calificación de grado de inversión.
Expuso que Pemex se mantiene como un gran pasivo contingente para el gobierno, ya que su situación sigue siendo enfrentando retos considerables.
Agregó el incremento en la incertidumbre por las reformas constitucionales, lo que llevaría a mayor cautela en la inversión y menor crecimiento hacia delante.
Para los siguientes años estimó una desaceleración moderada de la economía, pero también tasas de inflación menores y tasas de interés más bajas.
Señaló que aunque algunos de los pilares del crecimiento han sido debilitados por el gobierno, en particular la estrategia energética y las políticas no favorables al mercado, muchas características de la economía mexicana han colocado al país como un fuerte beneficiario de las tendencias de la relocalización de empresas o nearshoring.
Consideró que para maximizar los beneficios de ese fenómeno será necesario abordar los desafíos estructurales de largo plazo relacionados con el marco de gobernanza, mejor acceso al financiamiento e inversión pública más alta y mejor focalizada que alivielos cuellos de botella en la infraestructura.
Manifestó que la productividad ha estado estancada durante mucho tiempo, y que aumentarla es una prioridad clave para aumentar el crecimiento y la competitividad.
Agregó que la desigualdad y la pobreza siguen siendo altas en el país, y que mejorar los resultados educativos y reducir las brechas de género y la informalidad mejoraría estos problemas, al tiempo que fortalecería el potencial de crecimiento del país de mediano plazo.
AMLO queda a deber en finanzas públicas: México Evalúa
La organización México Evalúa aseveró que el sexenio de Andrés Manuel López Obrador quedará a deber en materia de finanzas públicas frente a administraciones pasadas, pues no realizar una reforma fiscal y el mal manejo de Pemex llevaron al peor desempeño en materia de ingresos de los últimos cuatro sexenios.
Indicó que lo anterior explica el declive en muchas áreas del gasto, como educación, agricultura, ciencia y tecnología, policías civiles, entre otras.
México Evalúa agregó que para agosto (dato más reciente disponible), los ingresos del gobierno federal aumentaron sólo 4.1% frente al cierre del sexenio pasado, pero el gobierno de Enrique Peña Nieto logró en el mismo periodo un incremento de 26.2%, el de Felipe Calderón de 12% y el de Vicente Fox de 47.2%.
Añadió que si bien los ingresos tributarios llevan un alza de 19.4%, es muy inferior al 85.7% de Peña Nieto, a lo que se suma que Pemex ha dejado de sumar a las finanzas públicas y ahora la petrolera recibe más de lo que aporta.