Para hacer frente a los efectos negativos que la pandemia generó en la economía, agremiados a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción tuvieron que prescindir hasta del 20 por ciento de su personal y otros más tuvieron que vender parte de su maquinaria, mencionó el presidente saliente de esa agrupación Diego López Méndez.
Dijo que al iniciar su gestión había diversos proyectos y una excelente relación con las nuevas administraciones federal y estatal, pero la pandemia provocó que los presupuestos se orientaran a atender la emergencia de salud.
Tal situación dio pie a que la obra pública cada vez fuera menor, e incluso algunos proyectos ya iniciados dejaron de ser financiados.
Resaltó que afortunadamente ninguna de las empresas afiliadas a la CMIC cerró sus operaciones, pero si se vieron obligadas a reducir su personal hasta en un 20 por ciento.
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Unas más, optaron por la venta e incluso remate de maquinaria, con tal de continuar manteniendo la nómina y sus gastos de operación.
El año 2020 fue muy complicado para el sector de la construcción, y si bien, el 2021 ya mejoró un poco, no ha sido suficiente para obtener la recuperación por completo.
