La elección intermedia del 6 de junio da para todo tipo de ocurrencia o iniciativa, aunque esta sea disparatada, ausente de fundamento o sin posibilidad de éxito. El chiste es mantener el gran circo (Panem et circenses) para distraer a la sociedad y que esta olvide o no vea los graves problemas de Veracruz.

En los últimos meses hemos conocido decenas de rumores malintencionados y noticias falsas de origen privado o público -las famosas falsas noticias palaciegas- aderezadas con sabrosos rumores y escabrosas fotografías y videos, como el mediatizado caso Franco de implicaciones amarillas y azules.

Varias noticias oficiales (porque salen de voces autorizadas de la administración pública) alebrestan mentes e intereses veracruzanos en estos tiempos preelectorales. Dos o tres tienen que ver con algunos reyes duartistas que andan y seguirán vagando a sus anchas, demostrando facilidades compradas y acuerdos cupulares que los hacen intocados, aunque hubieran sido señalados y acusados del desbarajuste financiero de la época del gobernador Duarte, ahora preso.

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Con cierta periodicidad estos vagos y vagones de peso son incluidos en noticias sobre esas acusaciones, diligencias o simples recordatorios, bastante útiles para hacer campaña política, solamente. O acaso se puede pensar en persecuciones reales jurídicamente fundamentadas sobre exfuncionarios de la SEFIPLAN como fueron Tomás Ruiz, Gabriel Deantes, Carlos Aguirre, Vicente Benítez, Tarek Abdalá o Arnulfo García. Libres como el viento, más bien serían casos que pueden evocar los metalizados y fugitivos vagones de algún tren ligero o ligerísimo en sus posibilidades.

Todos ellos son temas o personajes de una utopía justiciera, como utopía es ese llevado y traído tren ligero de Xalapa, que gentes como Cuitláhuac García y ahora López Obrador ponen a viajar en la mente de algunos ilusos que creen en algo así en tiempos pandémicos. Un proyecto de 17 kilómetros entre los municipios de Rafael Lucio y Coatepec, pasando por Banderilla y Xalapa, utilizando la actual vía del ferrocarril.

Solo para tener una idea de la rentabilidad y posibilidades reales de esta ferroviaria idea xalapeña en tiempos de vacas flacas, habrá que recordar que los 21 kilómetros del tren ligero de Guadalajara en su zona metropolitana, inició en 2014 con un costo de 18 mil 800 millones de pesos y será inaugurado en abril con un costo total de 31 mil 500 millones de pesos (AMLO dixit). Dirán que acá se utilizará la vía existente, y que este será tan barato como aquel Piojito que hubo hace un siglo.  O alguien más conocedor de la realidad veracruzana, refutará socarronamente que ese anuncio morenista es similar a aquel llamado publicitario del trenecito del chocolate exprés que anunciaba una bebida de cacao sintético del siglo pasado. 

Temas y asuntos irreales y con fines meramente distractores, todos ellos, para esconder el triste accionar de un gobierno que no termina de transformar absolutamente nada. 

Mientras más autoritarios, más descarados.

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