Los viajeros que conocen el país y los transportistas de México saben perfectamente que para ir del centro del país al sureste o viceversa, necesariamente deberán pasar por las Cumbres de Maltrata, si es que quieren llegar más rápido y abaratar costos.

Y por lo que está viviendo o sufriendo mucha gente por esa ruta cancelada “temporalmente” por haberse desgajado un cerro sobre la vialidad desde finales de octubre pasado, muchos de ellos se dan cuenta o perciben que la solución buena y definitiva al gran derrumbe que hubo, calculado en 150 mil toneladas de tierra y rocas y suelos debilitados en una importante extensión, tiene que ir más allá de declaraciones irresponsables, de exageraciones estimativas y de buenos deseos de personas sin experiencia.

Se dijo primero que en enero estaría resuelto, cosa que pocos creen. Después se informó que para mediados de 2025, y finalmente han comenzado a surgir propuestas de un túnel y otras más que alargarían el plazo. 

La realidad es que desde ese gran fallo y taponamiento de la circulación, ocasionado en ese momento por la lluvia y las aguas pluviales, cerca de 30 mil vehículos diarios deben circular por vías alternas con elevación de costos de traslado y otras afectaciones relacionadas, además de causar delicados problemas de tráfico y tránsito en otras autopistas importantes.

Al estado de Veracruz le está ocasionando demasiadas molestias y encarecimientos en varios sectores productivos y en las actividades turísticas y de seguridad. Problemas desde la zona de Laguna Verde hasta el límite con Tabasco y en la zona de influencia de las ciudades de Orizaba y Córdoba. Las perdidas resultarían incuantificables en la medida que no hubiera una solución definitiva y permanente, que impida que en cada temporada de lluvias ocurran otros derrumbes por exceso de agua y deforestación.

Por eso, hay que dejar de lado actitudes torpes e irresponsables como las que tuvo sobre el tema el exgobernador Cuitláhuac García Jiménez. 

Y por otro lado, ojalá y que a nuestra presidenta no se le ocurra minimizar el problema y comisionar al ejército en una obra de alto nivel técnico de ingeniería, de caminos en la sierra, como esta, que requiere de túneles, puentes, infraestructuras o estrategias constructivas especiales, previos estudios de mecánicas de suelo y de otros tipos, además de proyectos ejecutivos completos y realizados no por constructores patito, para asegurar no duplicar o triplicar costos. Decidirlo de una manera incongruente o por ocurrencia, sería un mal trato para el pueblo mexicano, para la economía nacional y para el estado de Veracruz en especial.

Además de lo anterior, tendría que verse el aspecto legal de esa carretera de cuota, si es que la misma es de manejo financiero de BANOBRAS, porque en ese caso viene la intervención de diversas instancias, todas con responsabilidad, si es que no han cambiado sus reglamentaciones a partir de las nuevas modificaciones constitucionales. 

Y quizá debiera pensarse que la envergadura de esta obra de Maltrata, podría colocarla entre las más relevantes en las últimas décadas para Veracruz y sus regiones relacionadas con ese paso carretero estratégico de montaña. 

La ingeniera Rocío Nahle tiene en este asunto una gran oportunidad para demostrar su calidad de estadista, su visión como mandataria y su amor por Veracruz. Ojalá y que este tema de Maltrata no se convierta en un mal trato y que ella pueda sentar las bases para corregir el maltrecho camino por el que se ha conducido esta entidad.

Les deseamos una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo 2025 lleno de amor y salud. Este espació se reanudará el próximo jueves 2 enero.

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