El dólar estadounidense se vendió al cierre de la sesión del viernes en 17.4279 unidades, lo que significó para el peso un retroceso en todo septiembre de 2.26%, y de 1.74% en todo el tercer trimestre, de acuerdo con el grupo financiero Base.

El área de análisis de la firma financiera indicó en un reporte que la depreciación del peso se concentró en agosto y septiembre, y se debió principalmente a tres factores.

Especulaciones sobre tasas en EU

El mercado cree que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) aplicará otra alza a su tasa de interés de referencia antes de que termine el año, y que la mantendrá en un nivel más elevado de lo anticipado en 2024.

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La inflación en ese país repuntó de 3% en junio a 3.7% en agosto, fundamentalmente por un incremento de los precios de energéticos y en específico de la gasolina.

En este contexto, oficiales de la Fed, incluyendo a su presidente, Jerome Powell, no descartan otro aumento a la tasa este año, lo que se mostró en las proyecciones del banco central publicadas en el anuncio de política monetaria del 20 de septiembre.

Los elementos que han alimentado esta expectativa son el crecimiento económico sostenido de Estados Unidos y el aumento de los precios del petróleo, ya que la demanda por energéticos se mantiene fuerte al mismo tiempo que la OPEP y países aliados se han comprometido a mantener limitada la producción el resto del año.

Debido a la especulación sobre los siguientes pasos de la Fed, el dólar avanzó 2.68% en el tercer trimestre, el mayor incremento desde el tercer trimestre de 2022.

Por otro lado, la tasa de las notas del Tesoro a 10 años subió 74.2 puntos base en el trimestre a 4.57%, un máximo de 4.6861% no visto desde el 16 de octubre de 2007.

Aversión al riesgo ante señales de una desaceleración china

China es la segunda mayor economía del mundo, por lo que señales de un estancamiento económico generan entre inversionistas aversión al riesgo, principalmente en activos de economías emergentes, como la de México, o de economías productoras de materias primas.

Datos de agosto sobre Inversión Extranjera Directa en el segundo trimestre mostraron un flujo de 4.9 mil millones de dólares, el menor para cualquier trimestre desde que inició la serie en 1998.

Las más recientes cifras de comercio mostraron que en agosto las exportaciones de China se contrajeron 8.8% y las importaciones 7.3%, mientras que la inflación en ese mes se mantuvo en un nivel bajo de 0.1% anual en agosto.

Otro factor que generó aversión al riesgo fue el recorte en agosto de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Fitch debido al alto endeudamiento, el deterioro de la gobernanza y los acuerdos de último minuto para elevar el techo de la deuda, lo que ha erosionado la confianza en el manejo fiscal del gobierno.

Aversión al riesgo relacionada con México

Durante el tercer trimestre crecieron preocupaciones sobre las finanzas públicas del país.

Por un lado, la calificadora Fitch Ratings, que en julio recortó la calificación crediticia de Pemex, dijo que el apoyo del gobierno a la petrolera puede tener un efecto negativo sobre la nota del país.

Por otro lado, el Paquete Económico para 2024 propone un crecimiento del gasto total de 4.2% respecto a lo aprobado para 2023, pero una caída de 11% del gasto en inversión, por lo que el crecimiento se concentra en gasto corriente e incumple con el artículo 73 de la Constitución.

Además, el costo financiero de la deuda crecerá 11.8%, subiendo a 3.7% del PIB, y como resultado de un mayor gasto, el Paquete Económico considera un déficit presupuestario de 4.9% del PIB en 2024, que sería el mayor desde 1988, lo que eleva el riesgo de recortes a la calificación crediticia.

Otro elemento que nutrió la aversión al riesgo en México fue la solicitud formal de Estados Unidos, también en agosto, de un panel de resolución de controversias por el tema del maíz transgénico.

Otro factor que generó aversión al riesgo fueron las noticias de que Pemex enfrenta litigios por impagos a proveedores, una señal de los problemas de liquidez de la petrolera que recibirá recursos del gobierno para el pago de vencimientos de deuda. Asimismo, el adeudo con proveedores compromete sus propias proyecciones de producción.

Agregó que parte del retroceso del peso se concentró a finales de agosto, cuando la Comisión de Cambios redujo su programa de coberturas cambiarias.

El peso mexicano se ubicó en el lugar 22 entre las divisas depreciadas en el trimestre, y pocas divisas ganaron terreno: el peso colombiano y la corona noruega.

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