Cuando tan solo tenía 38 años, un ictus sorprendió a Yolanda Torosio, una actriz y bailarina a quien se le paró por completo su vida y carrera profesional.

Natural de Santa Cruz de Mudela, un pueblo de Ciudad Real, la joven bailarina se mudó a Madrid tras cursar danza en el conservatorio, con tan solo 19 años y un sueño: convertirse en bailarina.

Después de llegar a lo más alto en el mundo de los musicales y de conseguir un papel principal en la serie Gigantes (Movistar+), la actriz sufrió un ictus que le dio un vuelco a su vida personal y sobre todo profesional.

En su libro, ‘Bailando la adversidad’ (HarperCollins), que se presenta este jueves, 21 de marzo, la artista cuenta cómo fue su proceso de recuperación y sanación y en una entrevista con EFE Salud, nos explica la importancia de ser agradecidos, positivos y optimistas cuando la vida te pone a prueba.

“Con este relato, comparto mi experiencia con la intención de dar visibilidad a esta enfermedad y transmitir un mensaje de fuerza, positividad y esperanza dentro de la adversidad, pues las guerras no se ganan si no se luchan”, afirma Yolanda Torosio.

El diagnostico que cambió mi vida

Desde que se mudó a Madrid, la carrera profesional de Yolanda Torosio no dejó de crecer. Primero con pequeñas actuaciones musicales, hasta hacerse más tarde con puestos importantes en musicales como ‘Hoy no me puedo levantar’ de Nacho Cano, ‘Jesucristo Superstar’, Peter Pan’ o ‘La fuerza del destino’.

Además de los musicales, la bailarina empezó a participar en numerosos videoclips de artistas cómo David Bisbal o Melendi y en películas como ‘Hable con ella’, de Pedro almodóvar.

Sin embargo, en 2016 la oportunidad de interpretar un papel protagonista en la serie ‘Gigantes’ le abrió una puerta diferente en la interpretación ante la cámara. La primera temporada fue todo un éxito y pronto comenzó el rodaje de la segunda temporada.

“Era noviembre y empezamos a ensayar. La primera semana fue muy intensa y con mucho estrés. Yo notaba que tenía el motor encendido, reconocía esa sensación cada vez que me involucraba en algo”, añade.

“Todo era una sucesión intermitente de olvidos y sobreesfuerzos, sin priorizar lo que me decía mi cuerpo mientras que todas mis células me estaban gritando desde hacía días: ‘No puedo más’ “, sostiene Yolanda Torosio.

Una premonición

Esa misma semana, la actriz grababa la voz en off de un video titulado Contraluz en el que se narraba la historia de una bailarina que un día se vio sorprendida por la oscuridad de la enfermedad.

“Aunque suene increíble es verdad, yo no tenía ni idea aún, pero era una premonición, estaba contando mi propia historia”, explica Yolanda Torosio.

“Al día siguiente me sentía tremendamente cansada, hundida, me encontraba muy débil y con mucho aturdimiento. Sentí falta de equilibrio, pero aún así me fui para el ensayo. Llegué vomitando y a duras penas y cuando me miré al espejo en los camerinos y me vi la cara, llamé inmediatamente a un taxi para ir al Hospital Gregorio Marañón”, continúa.

La joven había sufrido un derrame cerebral a causa de un cavernoma cerebeloso, una malformación venosa congénita con forma de mora.

“De aquella época recuerdo que a veces me miraban muy mal por perder el equilibrio. El conductor de un autobús se puso muy nervioso por el tiempo que tardaba en sacar las monedas y escupió un comentario desagradable pensando que estaba borracha o drogada por mi inestabilidad. Hay quienes prejuzgan a los demás sin saber la situación en la que realmente se pueden encontrar”, afirma la bailarina sobre algunos de los momentos más duros de la enfermedad.

“Todo lo que vino después fue una sucesión de muchos días en manos de los profesionales médicos, pero si todo salía bien después de la operación en 2018 podría unirme de nuevo a grabar la segunda temporada de ‘Gigantes’. Sin embargo, no fue así”, rememora la artista.

Empezar de nuevo cuando todo se ha roto

“Tras la operación empezaba un nuevo camino, donde la incertidumbre y la lucha estaban por delante”, explica.

“Con el tiempo y tras darme el alta, me acostumbré a tener un temblor constante en el cuerpo y una falta de coordinación en general. Comencé la rehabilitación y con ayuda de los profesionales y el apoyo de mi familia, poco a poco fui recobrando un poco de fuerza”, recuerda.

Durante meses, la bailarina ejercitaba los músculos con pequeños ejercicios. “Mentalmente había una palabra inconsciente pero latente, que determinaba mí actitud y era: acción”, sostiene.

“En un proceso de recuperación así, es muy importante tu actitud, tu creencia y la manera de hablarte. Tu mente cree lo que le dices”, defiende.

Meses después tuvo la oportunidad de ingresar en el Centro Estatal de Atención al Daño Cerebral Adquirido (CEADAC), donde pudo recuperarse durante meses.

Allí conoció a muchos profesionales que pudieron ayudarle y sobre todo a muchos pacientes en situaciones similares.

Para la artista, CEADAC le cambió la vida y le impulsó en su recuperación. Tanto es así, que le ofrecieron la oportunidad de trabajar allí impartiendo un taller en el que pudiera prácticar destrezas como la danza con otros pacientes.

“CEADAC había sido un antes y un después en mi vida. CEADAC me dio la oportunidad de reinventarme, haciendo que la danza siguiera formando parte de mi vida”, explica.

La vida sí da segundas oportunidades

La actriz se instaló de nuevo en su pueblo natal para recuperarse por completo y comenzó a salir a caminar poco a poco por el campo.

A los tres años, Yolanda recibió una llamada que le volvió a cambiar a vida. Era Nacho Cano, con quien ya había trabajado previamente y quien quería volver a trabajar con ella en su musical ‘Malinche’.

Al principio, trabajaba en el catering del musical durante los ensayos y también ayudaba un poco a la producción.

“Aquella etapa fue genial para mejorar por completo mi movilidad y mi equilibrio”, asiente con positividad la profesional.

Poco a poco, Yolanda se fue acostumbrando a la rutina de trabajo.

“Nacho Cano me ofreció participar sobre el escenario en un papel pequeñito”, explica.

“La sensación de volver al escenario, haciendo algo diferente a lo que había hecho siempre, pero siendo lo mismo en esencia, me hizo sentir que había dado un paso gigante en mi recuperación”.

Actualmente la artista se encuentra trabajando en el musical de Malinche, especialmente cuidando a las niñas que actúan en el musical a quienes les guarda un cariño inmenso.

Yolanda Torosio tiene claro que la vida sí da segundas oportunidades. Gracias a su enfermedad, la artista se siente orgullosa de poder estar desempeñando funciones en el mundo musical que antes nunca había hecho.

Además, en 2020 la bailarina participó junto a Alberto Contador en un coloquio de Diálogos EFE en el que también contó su experiencia.

Recordatorio para activar el código ictus

Además, el tiempo le ha permitido escribir ‘Bailando la adversidad’, donde la artista cuenta toda su experiencia y dedica unas líneas a recordar cuales son los síntomas más importantes del ictus.

Algunos de estos síntomas son:

  • Dolor fuerte de cabeza repentino
  • Visión doble
  • No hablar ni comprender con claridad
  • Parálisis o pérdida de sensibilidad de un lado del cuerpo incluida la cara
  • Alteración de la movilidad o coordinación
  • Desaparición de la fuerza
  • Pérdida de equilibrio

“Yo no lo hice bien por desconocimiento, así que con cualquiera de estos síntomas hay que llamar al 112 y activar el código ictus. La ambulancia te llevará al hospital donde los profesionales sabrán que pasos seguir”, concluye la artista.

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