Jair García.

Xalapa.- Permitir a los grupos religiosos realizar su culto de manera colectiva en espacios públicos, sin el permiso de la autoridad, solo es el comienzo de la sumisión del gobierno a la religión, particularmente al catolicismo, advirtió el delegado del Consejo Provincial de la Gran Logia Masónica de Veracruz, Arturo Jaramillo Palomino.

Lamentó que Veracruz, con un gran apego al juarismo, ha permitido en los últimos años reformas a nivel federal y estatal que le ha permitido ganar terreno a la iglesia, particularmente al catolicismo.

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Recordó que durante los 12 años del PAN en el gobierno federal se notó la completa sumisión del estado hacia los intereses del catolicismo, y como varios gobernadores de todos los partidos cayeron en esa misma situación financiando reparaciones millonarias de iglesias, mientras miles de niños son privados de tener una educación.

Arturo Jaramillo Palomino advirtió que hoy más que nunca en la historia de México, el estado laico se encuentra en peligro, y las autoridades en turno están “cuasi-gobernando” con la iglesia a través de sus diversas religiones.

“Ya salió el PAN de la Presidencia de la República, pero con el PRI no vemos grandes cambios, al contrario advertimos la misma subordinación”, agregó.

Mencionó que las diversas religiones, particularmente el catolicismo tiene demasiado poder en la toma de decisiones exclusivas de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, siendo el ámbito educativo en el que mayor interés tienen de controlar los ministros religiosos.

Indicó que por años ha habido intromisión de los jerarcas católicos para manejar los planes de estudio, lo cual representa un atentado contra la Constitución Política de México y su historia, por lo que exigió frenar esta situación, de lo contrario, tarde o temprano será el catolicismo quien mande en este país y se haga su voluntad.

A la par, señaló que el protagonismo que irá cobrando el catolicismo en la toma de decisiones provocará al mismo tiempo una persecución contra otro tipo de religiones, así como una respuesta iracunda de parte éstas, lo que dará pie a una lucha religiosa, tal como se vive en algunos países árabes.

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