El Gobierno de Canadá no descarta que el vecino EE.UU. pudiera verse sacudido por una guerra civil entre sus estados en los próximos años. Esta perspectiva genera una fuerte preocupación en Ottawa y un “grupo de expertos ubicado dentro del Gobierno de Trudeau ya está reflexionando sobre esa cuestión”, publicó el martes Politico.

En un informe elaborado esta primavera y titulado ‘Disrupciones en el horizonte’ se plantea una posible guerra civil estadounidense como un escenario para el que Canadá debería empezar a prepararse. “Las divisiones ideológicas de Estados Unidos, la erosión democrática y el malestar interno aumentan, hundiendo al país en una guerra civil”, destaca el documento.

Un evento difícil de controlar

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Los autores del informe presentaron varios “eventos disruptivos” que podrían constituir un peligro para Canadá y los clasificaron “según la probabilidad de que ocurran, qué tan pronto podrían suceder y cuánto caos podrían crear”. Según esos parámetros, “la guerra civil estadounidense se consideró un acontecimiento improbable, pero de altísimo impacto”, recoge el periódico.

Sin embargo, Catherine Beaudry, una profesora del Polytechnique Montréal que analizó el informe, señaló que se trata de escenarios hipotéticos en los que la intervención de una influencia externa tendría un impacto demasiado bajo, y la publicación señala que “la aplicación práctica de un escenario de guerra civil en EE.UU. no es tan obvia”.

“¿Cómo actúas ante esto?”, se pregunta Beaudry. “Ya sabes, ‘estalla la guerra mundial’: hay cosas en las que tienes muy poco control y otras en las que tienes control total”, dijo.

Crisis tras las elecciones

En este contexto, el autor del artículo destacó que EE.UU. es “un país fuertemente armado con un sistema federal cuestionado” cuyas “identidades provinciales” son “orgullosas y poderosas”, a la vez que estados como Texas y California “ya son entidades cuasi nacionales”.

Asimismo, es muy posible que el político que gane las próximas elecciones presidenciales sea “odiado por gran parte del país y probablemente visto como ilegítimo por al menos una gran minoría”. De ese modo, “no hace falta una imaginación caleidoscópica para ver cómo ese conjunto de condiciones” podría llevar a EE.UU. al borde del abismo, concluyó.

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