Durante los últimos 18 meses, dos hermanos e investigadores del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA han desarrollado un programa en línea que ‘fusiona’ las imágenes en color de mares y océanos, tomadas por los satélites de observación de la Tierra, con notas musicales.

El objetivo del experimento es ofrecer a los espectadores una experiencia de inmersión en las imágenes de los océanos que los científicos estudian a diario en un esfuerzo por comprender las complejidades de un ecosistema grande y cambiante. “Queríamos contar una historia para apreciar la conectividad de los océanos de la Tierra a través de esta experiencia sonora”, afirmó la semana pasada el cocreador del proyecto, Ryan Vandermeulen. “Utilizamos la música porque es atractiva y dinámica y nos conecta con una gran variedad de orígenes”, añadió.

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El Río de la Plata

La ‘experiencia sinfónica oceanográfica’ comienza con una imagen en color del Río de la Plata, que está formado por la unión de los ríos Paraná y Uruguay, y ubicado en el Cono Sur de América. Vandermeulen explicó que le impresionó la complejidad de la zona por los “locos remolinos y torbellinos” que observó en la bahía y el gran penacho de sedimentos que parecía girar en espiral por todas partes, y le surgió una idea: ¿cómo sonaría esta foto?

“Empecé extrayendo datos transaccionales de imágenes de satélite. Me fijé en los patrones de los canales rojo, verde y azul”, detalló. Para utilizar los datos, reescaló los canales de color individuales y asignó notas musicales para expresar los cambios en la imagen. “Los datos en sí, los están escuchando tal y como existen. Las variaciones están creando una paleta natural para el oído”, agregó.
El mar de Bering

Tras extraer los datos de las imágenes de color, el investigador buscó la forma de fusionar los datos con el sonido y recurrió a su hermano, Jon Vandemeulen, que es programador y tiene experiencia en la producción de música digital. Así, se creó una interfaz que traducía los datos en notas musicales. Luego se reconstruyó la herramienta para que los datos traducidos pudieran importarse a una estación de trabajo de audio digital.

El programa también creó la música para una imagen satelital en color del mar de Bering, y captó un remolino o un movimiento circular del agua. Los hermanos se centraron en los datos procedentes de los canales rojo, verde y azul de la foto.

El mar del Coral

Algunos satélites de observación de la Tierra de la NASA tienen detectores que actúan como las células cónicas humanas, sensibles a longitudes de onda específicas de la luz. Gracias a esta tecnología, son capaces de detectar el color del océano con una resolución superior a la que los humanos son capaces de ver. El estudio del color del océano ayuda a los científicos a comprender mejor el fitoplancton y su impacto en el sistema terrestre.

Con el mar del Coral, situado en el oeste del océano Pacífico, los hermanos crearon una melodía centrada en los datos de un año del satélite Aqua-MODIS, extraídos de una serie de imágenes globales de 32 días de media de clorofila a-, una forma específica de clorofila utilizada en la fotosíntesis. Las 48 imágenes recogidas muestran las cuatro estaciones del año en Australia.

El océano Índico

El océano Índico del noroeste de Australia también llamó la atención de ambos hermanos. “Parece un remolino de crema de café”, señaló Jon Vandemeulen.

Los datos consistían en 31 días de imágenes de satélite, que combinaban múltiples longitudes de onda de la luz que se reflejaba en la superficie del océano. “Era algo especial”, manifestó el programador, y reveló que quería probar algo diferente, así que creó una forma de compensar los datos diarios. El resultado fue una melodía inspirada en el vals.

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