La OTAN conmemorará la próxima semana su 70º aniversario en una cumbre en el Reino Unido, donde las tensiones entre el francés Emmanuel Macron, el turco Recep Tayyip Erdogan y el estadounidense Donald Trump pondrán a prueba su unidad.
“La cumbre va a ser en cierto modo menos previsible que antes”, apunta el analista de Carnegie Europe y exembajador de Eslovaquia en la Alianza, Tomas Valasek, para quien hay “tres disruptores dentro de la OTAN”.
A partir del martes, los mandatarios de los 29 países de la Alianza se darán cita en un Londres en plena campaña electoral para una reunión marcada por las recientes críticas de Macron a una OTAN, a su juicio, en “muerte cerebral”.
“Estas declaraciones sólo convienen a las personas como tú, que están en estado de muerte cerebral”, le respondió el viernes Erdogan, aumentando la tensión con su par francés, crítico también con la ofensiva turca contras los kurdos en Siria.
Horas antes de la cumbre, que se iniciará con una recepción solemne el martes en el Palacio de Buckingham, los dirigentes de Francia, el Reino Unido y Alemania se reunirán con su par turco para abordar la situación en Siria.
Las declaraciones del galo cayeron como un jarro de agua fría cuando los aliados se disponían a festejar las siete décadas de Alianza, nacida de los escombros de la Segunda Guerra Mundial y clave para la seguridad del continente europeo.
Pese a las críticas de sus aliados como la canciller alemana, Angela Merkel, más por la forma que por el fondo, Macron defendió el miércoles su “llamado de atención”, tras una reunión en París con el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg.
La cumbre, que debía confirmar los éxitos de la Alianza en una breve declaración y su apuesta por el espacio, servirá para lanzar un proceso de reflexión sobre su futuro con dos planes sobre la mesa, uno de Francia y otro de Alemania.
Trump dirá en este sentido que China y Rusia siguen siendo grandes desafíos para la Alianza, según un funcionario de Estados Unidos, pese al llamado de Macron a revisar la relación con Moscú. “Sobre todo China”, agregó.
“Con Trump nunca se sabe”
El gasto militar de los aliados estará de nuevo entre las prioridades de Trump, que ya protagonizó las dos recientes cumbres celebradas en Bélgica con sus llamados a un mayor gasto, especialmente a Alemania, y su cuestionamiento de la defensa mutua.
Para calmar a la principal potencia de la OTAN, su secretario general subrayó los esfuerzos financieros de los países europeos y de Canadá para cumplir con el 2% del PIB de gasto militar para 2024, como se comprometieron en 2014 en Gales.
Según las estimaciones de la OTAN, nueve países –Estados Unidos, Bulgaria, Grecia, el Reino Unido, Rumanía, Polonia y los tres bálticos– alcanzarán ese objetivo en 2019. Washington estima que 18 aliados lo conseguirán para la fecha prevista.
Además, se alcanzó un acuerdo para reducir la contribución de Estados Unidos al presupuesto de la OTAN y esta atribuyó a la estadounidense Boeing un contrato para modernizar su flota de aviones de vigilancia, por mil millones de dólares.
La campaña de gasto del mandatario norteamericano está siendo “espectacularmente exitosa”, aseguró el viernes un alto responsable de Estados Unidos. “Pero con Trump nunca se sabe”, advirtió un diplomático aliado.
Trump llega de hecho al Reino Unido en plena investigación en la Cámara de los Representantes con miras a un juicio político en su contra, lo que hace temer a varios aliados que utilice la cumbre para lanzar mensajes en clave nacional.
Y, además, el británico Boris Johnson, de quien se muestra cercano, está en campaña de unas legislativas para desbloquear el Brexit. Trump “es muy consciente” de no interferir en los comicios en otro país, según el funcionario norteamericano.