Los líderes de las economías del sureste asiático prometieron este domingo trabajar con China y con otros poderes de la región para dejar a un lado sus conflictos comerciales y territoriales a fin de fortalecer la estabilidad y el crecimiento económico.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declinó asistir este año a la cumbre de la Asociación de Naciones del Sureste del Asiático (ASEAN por sus siglas en inglés), optando por enviar en su lugar a su asesor de seguridad nacional Robert O’Brien. El año pasado, Trump mandó al vicepresidente, Mike Pence. En esta ocasión, ambos están ocupados con actos de campaña en Estados Unidos, y los analistas señalaron que su ausencia dejó espacio para que China aumente su influencia en la región.
Los líderes de las naciones miembro de la ASEAN “acogieron la conclusión de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP por sus siglas en inglés)” y el compromiso de firmar el acuerdo de libre comercio el próximo año, dijo el anfitrión de la cumbre, el primer ministro tailandés Prayuth Chan-ocha, en un comunicado emitido en nombre del bloque de 10 naciones luego de las reuniones anuales.
“Esto contribuirá significativamente a un sistema de comercio internacional abierto, inclusivo y basado en reglas y a la expansión de cadenas de valor”, señalaron los líderes.
Las autoridades dijeron que las 16 naciones involucradas todavía deben resolver los últimos detalles del acuerdo comercial, que ha estado bajo negociación por siete años.
La RCEP pretende igualar aranceles entre los miembros de la ASEAN y otros seis países, en un bloque que engloba casi un tercio del comercio mundial.
Los miembros de la ASEAN son Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Myanmar, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam. Juntos suponen un mercado de rápido crecimiento con casi 650 millones de personas.
El acuerdo de libre comercio que se está debatiendo pretende derribar barreras comerciales y establecer reglas de juego entre los miembros de ASEAN y otras seis naciones: China, Japón, India, Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur.