Sacar el máximo partido a las redes sociales y tener “algo único”. Ese es el cóctel que los jóvenes artistas necesitan para hacerse un hueco en el mundo del arte hoy en día, aseguran artistas y galeristas de renombre y largo recorrido.

La feria de arte contemporáneo viennacontemporary, donde artistas y galeristas de diferentes países de Europa Central muestran su arte hasta mañana domingo, se ha convertido en un lugar idóneo para nuevos descubrimientos.

Sin embargo, escaparates presenciales como este tipo de ferias internacionales no parecen ser suficientes para dar a conocer el talento joven en los tiempos que corren, gobernados por la inmediatez, el exceso de oferta y la competitividad constante, aseguran los expertos que participan en la feria vienesa.

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Jutta Kraus, galerista que trabaja desde hace años con grandes pintores como Alex Katz, cuenta a EFE que todos los días acuden artistas jóvenes a su galería, establecida en París y Nueva York, a preguntarle cómo pueden exponer en sus instalaciones y si pueden enviarle su portfolio.

“Desafortunadamente, no funciona así. Lo que tienes que hacer es conseguir un perfil adecuado en Instagram, ser visto, que la gente te note. Especialmente, para todas las galerías que exponen a jóvenes, como nosotros, Instagram sigue siendo muy importante”, dice Kraus.

Si bien reconoce que eso “no suena muy bien”, asegura que “hay que conectar y ser visible en los medios de comunicación”.

Por su parte, Hans Knoll, un veterano galerista vienés que lleva trabajando media vida entre Viena y Budapest, sostiene que la clave es “ser único”, tanto en las redes sociales como en la vida real.

“En primer lugar, sé único. No hagas lo que ya hicieron los demás. No copies”, recomienda.

“Trata de evitar la confrontación con la obra de otros artistas”, añade.

Sobre las redes sociales, Knoll reconoce que los tiempos han cambiado y que ahora, las redes han abierto nuevas posibilidades para los artistas emergentes, pero a la vez les están complicando conseguir reconocimiento por el exceso de trabajo que requieren.

“Las redes sociales te muestran, sí. Antes, hasta que los artistas conseguían tener un buen catálogo necesitaban ocho o diez años y era muy caro”, destaca.

“Ahora, simplemente pueden hacerlo ellos mismos con lo que quieran, pueden tener diez páginas en diferentes redes”, añade.

Pero debido a esa facilidad de exposición también “es más difícil” triunfar.

Knoll sostiene que los artistas de hoy deben producir ese trabajo ellos mismos, actuar en tantos canales y siempre de formas diferentes, lo que es “agotador”.

Por su parte, la joven artista multimedia austríaca Anaïs Horn asegura a EFE que a ella las redes sociales le ayudaron mucho para “ponerse en contacto con gente o llamar la atención del público”.

“No sé cómo era antes, sin redes sociales, porque yo desde el principio tuve que trabajar con ellas. En cierto modo, resulta molesto hacerlo. Pero, por otro lado, también ayuda a establecer nuevas conexiones”, dice Horn, que vive entre Viena y París.

La artista, que mezcla literatura con fotografía, vídeo y pintura, también asegura que para darse a conocer, es esencial “abandonar tu ciudad natal e ir a otros lugares” para nutrirse de otras visiones de artistas.

Viennacontemporary, con su espacio dedicado al talento joven emergente, ofrece una amplia selección de arte contemporáneo, además de numerosas charlas y visitas guiadas que analizan temas como el feminismo en el arte y las perspectivas “queer”.

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