México se marchó de Qatar 2022 muy rápido. Más de lo habitual incluso para sus parámetros. El equipo de Gerardo Martino selló una actuación decepcionante al irse eliminado de la Copa del Mundo apenas en fase de grupos, para romper así una racha de siete mundiales al hilo superando la primera ronda —ahora esa marca sólo le pertenece a Brasil—. Pero hay un aspecto en el que México sí puede considerarse triunfador y, justamente, es el mismo donde tanto miedo se tenía.

Las restricciones en esta Copa del Mundo auguraban malos momentos para los fans nacionales, que tienen un extenso historial de malos momentos en mundiales: prácticamente no hay uno solo en el que no hayan hecho algo ilegal. De hecho, Qatar 2022 empezó con la noticia de que un aficionado mexicano había metido alcohol de contrabando al país. Y, en la previa del partido contra Argentina, hubo altercados físicos entre fans de ambas selecciones. Pero, contra toda clase de pronóstico, el saldo ha sido blanco. Ningún mexicano fue detenido durante la Copa del Mundo y ese es el triunfo más grande en este mes. Algo se tenía que rescatar.

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Así lo explicó Alfonso Zegbe, director ejecutivo de Estrategia y Diplomacia de la Secretaría de Relaciones Exteriores. “Contrario a lo que se pensaba que en Doha no iba a ver alcohol, sí lo hubo, muy caro, y algunas personas se excedieron del alcohol, hubo caídas, hubo trifulcas, pero afortunadamente nada pasó a mayores. Siempre el gobierno mexicano, las personas de protección consular, todos los que trabajamos en el Centro México Qatar 2022, estuvieron al momento para auxiliar a la afición mexicana, para evitar malentendidos, había barreras culturales y se resolvieron. Nos vamos con saldo blanco, no se nos queda nadie, no hay caso emblemático en Qatar”, dijo el funcionario en declaraciones recogidas por ESPN.

Aunque México no correspondió dentro del campo a su gente, es un hecho que la algarabía de los fans se hizo sentir más allá del pobre desempeño futbolístico. En números, está claro que la afición azteca siempre se ubicará entre las mejores del mundo. “Fue una de las mayores aficiones, la mayor afición fue la Qatarí. En algunos eventos muy precisos la de Arabia Saudita, pero la mayor afición en todo el evento fue de la de México, sobre todo contando a los que llegaron de territorio nacional y en los Estados Unidos, en donde el mayor porcentaje de la afición terminó siendo mexicano, explicó Zegbe.

En Mundiales pasados la afición de México fue la nota por diversos motivos sonrojantes: desde apagar la Llama Eterna en Francia 98, activar la alarma de emergencia en el tren bala de Japón —y pagar una multa por eso—, el fan que se quedó dormido en un búnker acondicionado y, tras gritar desesperado, fue rescatado por un soldado alemán que lo identificó de inmediato: “Eres mexicano”, le dijo. Otro episodio más se dio en Sudáfrica 2010, cuando un aficionado del Tri decidió que era buena idea “mexicanizar” una estatua de Nelson Mandela. Lo llevaron a la cárcel y se perdió dos partidos de México en ese Mundial: contra Francia y Uruguay. En Brasil 2014 un grupo de mexicanos acosó a una ciudadana brasileña y un aficionado se lanzó de un crucero, en estado de ebriedad, y perdió la vida.

No cabe duda de que los mexicanos han dejado una huella no tan bien recordada en diversas Copas del Mundo. Pero al menos en esta ocasión hubo saldo blanco. Sí, no faltaron las peleas y las “picardías”, pero nada que ameritara la reacción de las fuerzas de seguridad de Qatar. Para el anecdotario quedarán también las bromas fans aztecas haciéndose pasar por habitantes locales para jugarle bromas a algunos reporteros que cubrían el evento. Al menos en algo se evitaron más penas, ya que en el campo no pudo ser.

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