Sobrevivir a un ataque de ácido, un tipo de violencia de género que aumenta en México, no es fácil, pues víctimas como Elisa Xolalpa, una mujer agredida hace más de 20 años por su entonces pareja, suelen ser minimizadas por el sistema de justicia, sus agresores raras veces van a la cárcel y el Estado, dice, las olvida.

“El Estado no nos da la justicia que merecemos”, expresa este lunes Elisa en una entrevista con Efe.

Las lágrimas recorren la lastimada piel de sus mejillas mientras rememora el ataque del que hace más de dos décadas, cuando ella tenía apenas 18 años, fue víctima.

Anuncios

“Hace 20 años estuve en una relación sentimental con mi pareja de nombre Javier Edilberto, con quien procreo un hijo”, dice.

Al querer dejar la relación violenta, Javier Edilberto la secuestró, la llevó a un terreno desolado en el pueblo de San Luis Tlaxialtemalco, zona chinampera de Xochimilco, en la Ciudad de México, e intentó matarla: la golpeó, la amarró a un poste para torturarla y le roció un garrafón con ácido que quemó el 40% de su cuerpo.

“Cuando pude desatarme, debido a que las cuerdas se habían quemado, comencé a correr. Él iba atrás de mí diciendo que iba a arrojar mi cuerpo al canal y que nunca nadie más iba a encontrarme”, narra con la voz entrecortada.

Tras encontrar ayuda en una casa cercana, Elisa fue llevada al hospital 20 de Noviembre, el único que contaba con un protocolo para atender este tipo de emergencias, mientras su agresor escapaba.

Te puede interesar: ¡La transformación! Incrementan feminicidios, secuestros, robos con violencia, trata de personas, extorsiones y narcomenudeo en México

Más del 80% de agresiones con ácido son contra las mujeres

En México no hay cifras oficiales, pero la Fundación Carmen Sánchez ha registrado 28 víctimas de ataques con ácido en las últimas dos décadas.

Acid Survivors Trust International (ASTI), organización especializada que trabaja con la ONU, calcula que al año se producen al menos mil 500 agresiones de este tipo en el mundo, más del 80% a mujeres y cada vez hay más casos en América Latina.

Apenas el pasado martes, Luz Raquel Padilla murió luego de que su vecino la quemara viva en un parque del municipio de Zapopan, Guadalajara, pues de acuerdo con las versiones, al sujeto le molestaban los ruidos que hacía su hijo cuando sufría crisis por su autismo.

“Han aumentado estos casos respecto a la violencia de género, como un intento feminicida, incluso tratando de provocar una desfiguración”, explica Jade Linda Castellanos Castro, especialista de la clínica dermatológica PielClinic.

“Es necesario hacer un llamado a nuestras autoridades para tipificar esto como un delito, porque esto todavía no se logra”, enfatizó.

Publicidad