Dos semanas antes del primer debate presidencial republicano rumbo al 2024 en Estados Unidos, ocho aspirantes afirman tener los requisitos para ganarse un lugar en el escenario en Milwaukee, al anunciar el exvicepresidente Mike Pence que reunió la cantidad suficiente de donantes.
Para calificar para el debate del 23 de agosto, los aspirantes debían cumplir con los requisitos de encuestas y donantes establecidos por el Comité Nacional Republicano: tener al menos 1% de apoyo en tres encuestas nacionales importantes o una combinación de encuestas nacionales y estatales anticipadas, entre el 1 de julio y 21 de agosto, así como un mínimo de 40 mil donantes, con 200 en 20 o más estados.
Los calificados
Donald Trump: el actual favorito cumplió hace mucho tiempo con los requisitos de encuestas y donantes. Pero está considerando boicotear el debate y realizar un evento por su cuenta.
Sus asesores de campaña han dicho que el expresidente aún no ha tomado una decisión final sobre el debate. Uno de ellos señaló que “está bastante claro”, según las declaraciones públicas y privadas de Trump, que es poco probable que aparezca junto con los otros candidatos.
“Si estás al frente por mucho, ¿cuál es el propósito de hacerlo?”, preguntó Trump en Newsmax.
Mientras tanto, los asesores han discutido una posible programación alternativa si Trump opta por un evento rival. Una opción que el expresidente planteó es una entrevista con el expresentador de Fox News, Tucker Carlson, quien ahora tiene un programa en la red social X.
Ron DeSantis: el gobernador de Florida es considerado desde hace tiempo como el principal rival de Trump, terminando en un distante segundo lugar en una serie de encuestas en estados de votación anticipada, así como en sondeos nacionales, y recaudando una cantidad impresionante de dinero.
Pero en las últimas semanas, la campaña de DeSantis ha batallado para estar al nivel de las expectativas que le esperaban cuando entró a la contienda. Despidió a más de un tercio de su personal cuando informes federales mostraron que su campaña estaba gastando dinero en efectivo a un ritmo insostenible.
Si Trump se ausenta, DeSantis podría ser el objetivo principal de las críticas de sus rivales republicanos en el escenario del debate.
Tim Scott: el senador de Carolina del Sur ha estado buscando un momento de revelación, y el primer debate podría ser su oportunidad.
Scott, un prolífico recaudador de fondos, inició el verano boreal con 21 millones de dólares en efectivo disponibles.
En una encuesta aprobada para el debate en Iowa, Scott se sumó a Trump y DeSantis al alcanzar doble dígito. El senador ha centrado gran parte de los recursos de su campaña en el estado de votación inicial del Partido Republicano.
Nikki Haley: la candidata se ha enfocado en eventos de campaña en los estados de votación anticipada, llegando a las multitudes a través de sus éxitos electorales, derrocando a un eterno legislador en funciones de Carolina del Sur para luego convertirse en la primera mujer y la primera persona proveniente de una minoría en gobernar el estado.
Haley, que también fungió como embajadora de Trump en la ONU durante aproximadamente dos años, subraya con frecuencia su experiencia internacional y la amenaza que representa China para Estados Unidos.
Haley, la única mujer en la contienda republicana, ha dicho que los estudiantes trans que compiten en los deportes representan “el problema central de la mujer actual” y ha sido elogiada por un importante grupo antiaborto, que la calificó como “dotada de manera única para comunicarse desde una perspectiva provida de las mujeres”.
Recaudando 15.6 millones de dólares desde el comienzo de su campaña, el equipo de Haley sostiene que ella cuenta con “más de 40 mil donantes únicos” y ha cumplido con el requisito de las encuestas para el debate.
Vivek Ramaswamy: el empresario de biotecnología y autor del libro “Woke, Inc.: Inside Corporate America’s Social Justice Scam” es uno de los favoritos de la audiencia en eventos con múltiples candidatos y obtuvo buenos resultados en las encuestas, a pesar de no ser conocido a nivel nacional cuando ingresó a la contienda.
El equipo de campaña de Ramaswamy afirma que alcanzó el umbral de donantes a principios de este año. Recientemente, lanzó su programa de recaudación “Los asesores privados de Vivek” a fin de impulsar aún más el número de donantes, al permitir que los recaudadores de fondos se queden con el 10% de lo que aportan a su campaña.
Cris Christie: el exgobernador de Nueva Jersey arrancó su campaña para el proceso de los republicanos presentándose como el único candidato listo para enfrentar a Trump. Christie instó al expresidente a “aparecer en los debates y defender su trayectoria”.
Christie estará en ese escenario, incluso si Trump no se presenta, y dijo a CNN este mes que superó los “40 mil donantes individuales en sólo 35 días”. También ha cumplido con los requisitos del sondeo.
Doug Burgum: es un adinerado exempresario de software que ahora se encuentra en su segundo mandato como gobernador de Dakota del Norte, está usando su fortuna para impulsar su campaña.
Anunció un programa para entregar tarjetas de regalo de 20 dólares, “Tarjetas de ayuda Biden”, como una crítica al manejo de la economía por parte del presidente Joe Biden, a unas 50 mil personas a cambio de donaciones de un dólar.
Aproximadamente una semana después de lanzar ese programa, Burgum anunció que había superado el umbral de donantes.
Mike Pence: el vicepresidente de Trump había superado el umbral de las encuestas de los republicanos, pero tenía dificultades para reunir una cantidad suficiente de donantes, lo que complicaba su clasificación para el primer debate.
Pero el 8 de agosto, la campaña de Pence anunció que había cruzado el umbral de los 40 mil donantes y que había sido el primer candidato que presentaba formalmente su cifra de donantes al Comité Nacional Republicano para la verificación.
Los que no han calificado
Asa Hutchinson: según su campaña, el exgobernador de Arkansas durante dos mandatos cumplió con los requisitos de las encuestas, pero ha batallado para cumplir con el límite de donantes. Recientemente, cuando hacía campaña en New Hampshire, dijo que tenía unos 20 mil donantes, los que según sus colaboradores provenían de 26 estados.
Hutchinson cumple con el molde de un republicano de la vieja escuela y se ha diferenciado de muchos de sus rivales republicanos en su disposición a criticar a Trump.
Francis Suarez: el alcalde de Miami ha sido uno de los candidatos republicanos más creativos para aumentar el número de donantes. Ofreció la oportunidad de ver el debut del futbolista Lionel Messi como jugador del Inter Miami y dijo que quienes donaran un dólar tendrían la oportunidad de obtener boletos de primera fila.
Aún por debajo del umbral de donantes, copió la estrategia de Burgum al ofrecer una “Tarjeta de ayuda Bidenomics” de 20 dólares a cambio de donaciones de un dólar. Un comité de acción política que apoya a Suarez lanzó un sorteo para tener la oportunidad de recibir hasta 15 mil dólares en matrícula escolar a cambio de una donación de un dólar.
El 7 de agosto, Suarez dijo en redes sociales que había superado los 40 mil donantes individuales y asegurado 200 donantes en 20 estados distintos.
Larry Elder: el locutor de radio conservador escribió en un artículo de opinión que el Comité Nacional Republicano “ha manipulado las reglas de competencia al instituir un conjunto de criterios que son tan onerosos y mal diseñados que sólo los candidatos multimillonarios y respaldados por la clase dirigente del partido cuentan con la posibilidad de estar en el escenario”.
Su equipo de campaña se negó a detallar la semana pasada el número de donantes y señaló que hubo “un fuerte aumento en las últimas semanas”. No ha cumplido con los requisitos de encuesta.
Perry Johnson: un hombre de negocios adinerado, pero prácticamente desconocido de Michigan, dijo en redes sociales el fin de semana pasado que había alcanzado los 40 mil donantes. Anteriormente, había dicho que todos los donantes podrían asistir “a su concierto gratuito en Iowa con” el dúo country Big & Rich el próximo fin de semana y que confía en calificar para el debate.
Will Hurd: el excongresista de Texas, el último candidato en entrar a la contienda, el 22 de junio, ha dicho en repetidas ocasiones que no se comprometerá a apoyar al eventual candidato republicano, una postura que lo mantendrá fuera del escenario, incluso si alcanza el número de donantes requerido y los números necesarios en las encuestas.