“¡Alerta, alerta!”, fueron las consignas de contingentes de niñas y niños que acompañaban a organizaciones civiles e indígenas en protesta para denunciar la creciente violencia que afrontan los menores en San Cristóbal de Las Casas, incluyendo desapariciones y feminicidios, en medio del azote del crimen organizado.

“Se ha notado un incremento en todas las formas de violencia contra niños, niñas y adolescentes en el estado (Chiapas), que tiene que ver con el incremento y presencia del control del territorio por parte de grupos criminales”, expresó a EFE Jennifer Has, directora de Melelxojobal.

El contingente estuvo integrado por organizaciones civiles como Melelxojobal, el movimiento de niñas, niños y adolescentes, trabajadores de América Latina y el Caribe y observadores internacionales que salieron con pancartas en mano, alertando sobre la problemática que enfrentan un millón de menores indígenas.

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La protesta ocurrió tras el alza de violencia que se vive en comunidades y pueblos indígenas en zonas como San Cristóbal de las Casas, Chamula, Mitontic, Chenalho, Tenejapa, Selva, Ocosingo y la zona fronteriza entre Guatemala y México.

Los manifestantes pidieron hacer valer los derechos de los menores, mientras que en las mantas con las que protestaban se leía: “queremos vivir, crecer y no desaparecer”, “alto a las violaciones a niños y niñas indígenas”, “queremos ser libres”, “alto a los feminicidios”.

Al término de la marcha, los manifestantes realizaron diversas actividades recreativas para visibilizar y concientizar a la población y las instituciones sobre la importancia de poner atención a las demandas emitidas desde la niñez.

“Marchar se siente bien porque damos a conocer a las personas que no conocen qué tipo de violencia han sufrido las niñas, solo pedimos que nos respeten como niñas”, expresó a EFE Ana, niña indígena tzeltal.

En Chiapas, más de un millón de niñas, niños y adolescentes están en riesgo, en tanto que un 22 % de las niñas y adolescentes mujeres, entre tres y 17 años, no asiste a la escuela.

Según estadísticas emitidas por las organizaciones, desde 2020, más de 61.000 adolescentes de 12 a 14 años se encontraban casadas y más de 3.000 unidas en pareja, siendo que las leyes mexicanas solo permiten el matrimonio antes de los 18 años con el permiso de los padres.

Además, las organizaciones acompañantes dieron cuenta de 9.000 niñas y adolescentes que se convirtieron en madres en este mismo periodo, equivale a 24 embarazos diarios.

A esta problemática se suman las desapariciones, pues siete de cada 10 extravíos registrados pertenecen a niñas, niños y adolescentes, mientras que tan solo de enero a julio de 2023, unos 226 menores no son localizados. 

EFE

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