Francisco, en el último Ángelus de su estancia en el Hospital Gemelli, indicó la importancia de la paciencia que induce a los hombres a la conversión. El Pontífice subrayó los cuidados del personal médico que lo asistió y, a continuación, expresó su dolor por la reanudación de los bombardeos sobre Gaza. Esperanza por el acuerdo entre Azerbaiyán y Armenia.

Las situaciones más difíciles y dolorosas requieren «paciencia confiada, anclada en el amor de Dios». Como la experimentada por el Papa que, en el día de su regreso a la Ciudad del Vaticano, en el texto preparado para el Ángelus, el último de su estancia en el policlínico Gemelli, indicó la importancia de la «paciencia», necesaria para la vida humana.

Es la paciencia de Dios, como indica el Evangelio, la que impulsa a los fieles a hacer de su vida «un tiempo de conversión», como el labrador que espera el fruto de la higuera estéril. El Señor, el «agricultor paciente», labra la tierra de la vida de los hombres para esperar con confianza su «vuelta a Él».

“En este largo tiempo de hospitalización, he experimentado la paciencia del Señor, que también veo reflejada en los incansables cuidados de los médicos y del personal sanitario, así como en las atenciones y esperanzas de los familiares de los enfermos. Esta paciencia confiada, anclada en el amor indefectible de Dios, es realmente necesaria en nuestra vida, especialmente para afrontar las situaciones más difíciles y dolorosas”

Dolor por el bombardeo de Gaza

Francisco expresó una vez más su dolor por la reanudación de los bombardeos israelíes sobre Gaza, con tantos muertos y heridos, y su preocupación por la grave situación humanitaria.

“Pido el cese inmediato de las armas y que se tenga la valentía para reanudar el diálogo, liberar a todos los rehenes y alcanzar un alto el fuego definitivo. La situación humanitaria en la Franja vuelve a ser muy grave y requiere el compromiso urgente de las partes beligerantes y de la comunidad internacional”

El acuerdo en el Cáucaso meridional

“En cambio, la esperanza se hace realidad en el Cáucaso meridional, donde se alcanzó un acuerdo”

«En cambio, me complace que Armenia y Azerbaiyán hayan llegado a un acuerdo sobre el texto definitivo del Acuerdo de paz. Espero que se firme lo antes posible y pueda contribuir así al establecimiento de una paz duradera en el Cáucaso meridional».

Francisco concluyó dando las gracias a todos los que rezan por él, con una súplica para que «cesen las guerras y se haga la paz, especialmente en la atormentada Ucrania, Palestina, Israel, el Líbano, Myanmar, Sudán y la República Democrática del Congo».

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