El pasado martes, un avión de la compañía EasyJet que volaba de Londres a Grecia se vio obligado a aterrizar de emergencia en Alemania, cuando se encontraba a más de 9.000 metros de altura.
El incidente ocurrió después de que un pasajero, supuestamente ebrio, provocara un caos con su comportamiento “disruptivo” y aterrorizara al resto de los ocupantes de la aeronave.
Al aterrizar, la policía alemana sacó al pasajero esposado mientras otros a bordo vitoreaban, aplaudían y se burlaban del transgresor.