Una mujer de Virginia compró un boleto de lotería que resultó ganador, aunque minutos antes llamó a su familia para contarles que en el casino no había ganado casi nada, señala el sitio oficial de la lotería de Maryland.

De regreso a casa, la mujer decidió parar en una gasolinera en Hanover y, con las pocas ganancias obtenidas, probar suerte una vez más. Sorprendentemente, el boleto le hizo ganar un premio de 50.000 dólares. 

La ganadora les comentó a los empleados de la lotería que es aficionada a las raspaditas y que al principio pensó que había ganado 1.000 dólares, pero que luego notó que le faltaba raspar una casilla multiplicadora que resultó de 50x. La ganadora hizo una segunda llamada a sus familiares para anunciarles que su suerte había dado un vuelco inesperado.

El boleto comprado pertenece a un juego de crucigramas valorado en 500.000 dólares. La mujer adquirió una parte del premio grande que, según ella, será destinado a pagar facturas pendientes, donar a organizaciones benéficas y para su ahorro personal futuro.

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