Xalapa, Ver.- La arquidiócesis de Xalapa expone este domingo que las redes sociales, se prestan también a un uso manipulador de los datos personales con la finalidad de obtener ventajas políticas y económicas, sin el respeto debido a la persona y a sus derechos. 

“Las redes sociales llevan esa doble realidad”, señaló el vocero José Manuel Suazo Reyes.

Así, recordó las palabras del Papá Francisco respecto a que el ambiente mediático es omnipresente. 

“La red de Internet es un recurso de nuestro tiempo. Constituye una fuente de conocimientos y de relaciones hasta hace poco inimaginable. Sin embargo también tiene sus riesgos. Internet representa una posibilidad extraordinaria de acceso al saber; pero también se ha manifestado como uno de los lugares más expuestos a la desinformación y a la distorsión consciente y planificada de los hechos y de las relaciones interpersonales, que a menudo asumen la forma del descrédito”, señala el obispo de Roma.

El Papa invoca tres imágenes que le ayudan a reflexionar en su mensaje: la red, la comunidad y el cuerpo y sus miembros. 

La imagen de la red hace referencia a la realidad del internet. Con ello se expresa muy bien la multitud de conexiones que se establecen entre las personas; esta red funciona gracias a la participación de todos. 

La red, vista desde su dimensión antropológica, remite a la figura de la comunidad. “Cuanto más cohesionada y solidaria es una comunidad… mayor es su fuerza. 

La comunidad como red solidaria precisa de la escucha recíproca y del diálogo basado en el uso responsable del lenguaje. Ciertamente las redes sociales, no son en automático sinónimo de una comunidad.

“En el mejor de los casos, las comunidades de las redes sociales consiguen dar prueba de cohesión y solidaridad; pero a menudo se quedan solamente en agregaciones de individuos que se agrupan en torno a intereses o temas caracterizados por vínculos débiles”.

Ciertamente la red constituye una ocasión para favorecer el encuentro con los demás, pero puede también potenciar nuestro autoaislamiento, como una telaraña que atrapa. 

A partir de estas dos imágenes, de la red y de la comunidad, el Papa aborda la tercera imagen, la del cuerpo y sus miembros. 

San Pablo usa la imagen del cuerpo y sus miembros para hablar de la relación de reciprocidad entre las personas, fundada en un organismo que las une.

“La metáfora del cuerpo y los miembros, señala el pontífice, nos lleva a reflexionar sobre nuestra identidad que está fundada en la comunión y en la alteridad. Como cristianos, todos nos reconocemos miembros del único cuerpo del que Cristo es la cabeza. Dentro de esta unidad existe también la diversidad”, añade.

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