El presidente municipal de San Andrés Tuxtla, Manuel Rosendo Pelayo intentó pasarse de listo en la aplicación de los recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FISM), por lo que ahora tendrá que rendir cuentas ante la Auditoría Superior de la Federación por ocultar información, no pagar impuestos y obras mal hechas.

En el informe preliminar sobre la cuenta pública 2016 de la ASF, establece que el alcalde sanandrescano intentó ocultarles datos, y prácticamente no existe registro contable de cómo ha manejado los recursos de dichos fondos.

“En el ejercicio de los recursos, el municipio registró inobservancias a la normativa, principalmente en materia de la Ley de Coordinación Fiscal con excepción de las observaciones determinadas, las cuales se solventaron en el transcurso de la auditoría”, establece el reporte.

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Y agrega “el municipio no dispone de un adecuado sistema de control interno que le permita identificar y atender los riesgos que limitan el cumplimiento de los objetivos del FISM, la observancia de su normativa y el manejo ordenado, eficiente y transparente de los recursos, lo que incidió en las irregularidades determinadas en la auditoría”.

De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación se registraron igualmente incumplimientos en las obligaciones de transparencia sobre la gestión del FISM, ya que el municipio no proporcionó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el primero y segundo de los informes previstos por la normativa sobre el ejercicio y destino de los recursos.

Así también, no se cumplió con el porcentaje de recursos establecido para la atención de las Zonas de Atención Prioritaria Urbanas, en virtud de que el municipio destinó para estas áreas el 29.8% de lo asignado al fondo, cuando debió ser al menos el 60.0%; en tanto que el porcentaje que se invirtió en proyectos de incidencia directa fue del 82.6%, por lo que cumplió con el mínimo requerido del 60.0%. Cabe mencionar que en el municipio, en conjunto, se destinó el 67.1% de lo gastado en obras y acciones de Infraestructura Básica (agua potable, drenaje y letrinas, electrificación y mejoramiento de vivienda).

Entre las obas mal hechas por Manuel Rosendo Pelayo se constató que 3 obras presentan operación deficiente: la primera es una obra de drenaje, debido a que la línea de drenaje desemboca a cielo abierto; sin embargo, corresponde al cauce natural sin contaminar un cuerpo de agua; asimismo se encontraron los trabajos de una segunda etapa en la que se encausarán las aguas negras a una planta de tratamiento; y las dos restantes son obras de urbanización, debido a que no existen las adecuaciones de espacios públicos para personas con capacidades diferentes.

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