Ni la Universidad Veracruzana (UV), ni los Servicios de Salud de Veracruz aceptaron la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos por el caso de Florencia “N”, una niña indígena de 12 años que murió tras ser apuñalada y sufrir negligencia en la atención médica que recibió.

El hecho tuvo lugar a finales del 2018 y fue documentado por el organismo, cuando Florencia fue atacada con un arma punzocortante por un sujeto que intentó violarla pero que, ante la defensa de la menor, optó por dejarla malherida.

Pese a la gravedad de su condición, la niña de 12 años fue víctima de negligencia médica que la llevó a su muerte debido a que la suturaron sin revisar sus lesiones internas, ocasionando una infección.

La Comisión Estatal determinó sancionar a quienes estuvieron detrás de una mala praxis médica que impidió que la niña pudiera librar la muerte, tanto en la UV como en SESVER. Sin embargo, ambas instancias rechazaron aceptar la recomendación 32/2021 y con ello reparar el daño causado a la familia de Florencia.

La recomendación recoge los testimonios de la familia de la menor, que fue agredida el 4 de diciembre de 2018 cuando se dirigía a su domicilio

Al respecto, el padre de la niña cuenta que, al ser lesionada, acudió con la menor al DIF municipal de Zozocolco en donde en razón de las lesiones que presentó, “fue atendida por la Doctora del DIF, quien la revisó y le suturó una herida que presentaba en el abdomen”. 

La familia refiere que la menor no recibió ninguna atención extraordinaria más que la sutura, incluso no se refirió a ningún hospital o centro de salud y solamente le dio pastillas para el dolor y gasas para las heridas, aunque sin saber el grado de lesiones internas.

Indicó que, al mismo tiempo, personal de la policía municipal le recabó datos y le sugirió interponer denuncia en la Fiscalía de Papantla brindándole el apoyo de traslado. 

“En la Fiscalía Especializada de Papantla fue revisada por la médica legista, quien se limitó al examen psicológico y respecto a la lesión en el abdomen sólo le preguntó si le dolía y le dijo que era normal. 

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“Que en la entrevista ante la Fiscal, su menor hija se sintió mal y ésta la canalizó al hospital civil de Papantla en donde ingresó como a las nueve o diez de la noche del día 04 de diciembre; fue recibida por una doctora de guardia del área de urgencias quien la ubicó en una camilla en el pasillo, en donde permaneció hasta el otro día como a las nueve de la noche (24 horas) en que las enfermeras le dijeron que se podía retirar”.

Esto comprueba que la menor no fue revisada a detalle por ningún médico durante su estancia en dicho hospital. Tampoco se le practicaron estudios y únicamente se le suministró medicamento para el dolor vía suero, sin incluir antibiótico y ni siquiera le midieron la temperatura. 

Al ser dada de alta sus familiares preguntaron si no sería valorada por un médico y la fueron a ver sin revisarla. Dado que ese día estuvo vomitando, le dieron pastillas para el dolor y ranitidina para la infección estomacal. 

El padre, quien dijo que no conoce a los médicos agregó que al día siguiente, el 5 de diciembre a su egreso del hospital fue a la Fiscalía para concluir su declaración y pernoctó en Papantla en la Casa de la Mujer Indígena. 

El 6 de diciembre, el Ayuntamiento de Zozocolco le brindó el traslado a su comunidad y un día después, el 7 de diciembre, la maestra de la niña la visitó en su domicilio y les dijo a los padres que la menor se veía mal; que tenía los labios secos y se estaba inflamada del abdomen.

Elementos de la policía municipal de Zozocolco también acudieron al lugar y los familiares de Florencia les pidieron el apoyo de traslado al hospital del IMSS en Ixtepec, Puebla, en donde de inmediato la ingresaron.

“La intubaron y medicaron y dado que dijeron que requería cirugía urgente y ahí no se tenía cirujano, el mismo personal del hospital habló a hospitales de Teziutlán y Poza Rica, logrando la referencia al Hospital de Poza Rica, en donde desde su llegada fue atendida de manera inmediata y por la madrugada del día 08 de diciembre se le practicó cirugía pero falleció en el transcurso de la mañana”.

En el desarrollo de la investigación de la CEDH se arribó al conocimiento de que el personal médico que atendió a la niña dentro de las instalaciones del DIF Municipal de Zozocolco se encontraba realizando su servicio social en ciencias de la salud, como parte del programa de “Brigadas Universitarias en Servicio Social” de la UV, quienes dependían jerárquica y económicamente de dicha casa de estudios, de ahí la responsabilidad en el caso. 

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