Matt Mikka, del programa Warped Perception, quiso descubrir cuán rápido puede llegar a ser un auto eléctrico de Tesla después de unos retoques y sin pensárselo dos veces instaló tres motores a propulsión en la parte trasera de un Model S P85, creando la primera modificación del mundo de este tipo de un Tesla.

El hombre construyó casi todas las piezas necesarias —que fueron más de 200 en total— por su propia cuenta, y el proceso tardó unos 42 días, básicamente porque le faltaban ciertos materiales.

En la primera prueba, Matt alcanzó una velocidad de 70 kilómetros por hora, después de lo cual puso en marcha los motores a reacción y logró acelerar hasta 96 kilómetros por hora en el modo neutro, con apenas dos motores funcionando. Combinando el rendimiento de los motores de fabricación casera con el eléctrico, se logró mejorar en un segundo la aceleración del coche hasta los 100 kilómetros por hora en comparación con el modelo original, que requiere de 4,2 segundos para ello.

Anuncios

En la primera parte del video, el autor del experimento muestra el proceso de construcción y cómo lo hizo realidad. Las pruebas del auto tuneado comienzan después del minuto 16.

Publicidad