Tras acusar al fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortíz de haber negociado la salida del ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez convocó a que la sociedad se exprese si el fiscal debe continuar en el cargo o no.

Debido a la salida del penal de Pacho Viejo, de Arturo Bermúdez Zurita, rápidamente se generó un ambiente de indignación entre la población, ante lo cual, el gobernador convocó a una rueda de prensa por la noche.

Ahí mencionó “la mentira con la que quisieron ganar votos Miguel Ángel Yunes en complicidad con su abogado personal, Jorge Winckler Ortiz, pintado de fiscal general del Estado, fingiendo una supuesta condena para quienes han cometido delitos que van desde la corrupción hasta la desaparición forzada hoy se cae y salta la verdad”.

Lo que realmente ocurrió, dijo, fue una negociación de una “aberrante” liberación y disminución de penas a los ex funcionarios duartistas, y quien estuvo al frente de tales acuerdos fue el fiscal.

“Jorge Winckler Ortíz negoció con Arturo Bermúdez Zurita acusándolo sólo por el delito de desaparición forzada, el cual, lamentablemente no es considerado grave en el Estado de Veracruz, y en una acción perversa le ofreció meterlo a la cárcel, para después él liberarlo, siempre y cuando cooperara con lo que ellos llamaron pruebas, como aquella de entregarles una casa en el Estados Unidos para que Yunes Linares la usara en tiempos electorales”, añadió.

Frente a tal situación, dijo, que se investigarán a fondo las imputaciones a quienes negociaron ilegalmente la justicia y mientras tanto, convocó a la sociedad en general a que se manifiesten si Winckler Ortíz debe continuar en la Fiscalía.

Cuitláhuac García Jiménez indicó que también tomó la decisión de no asistir este jueves a un desayuno con el magistrado presidente del Poder Judicial, Edel Álvarez Peña hasta cerciorarse de que él no participó o está relacionado en estos aberrantes hechos.

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