La Luna es “el séptimo continente de la Tierra” y la humanidad está sencillamente “condenada a explorarla”, sostiene Lev Zeleni, director científico del Instituto de Investigación Espacial de la Academia Rusa de las Ciencias, en una entrevista.

Según él, “toda la humanidad tiende ahora hacia el polo sur de la Luna”, porque “en el polo sur abunda un poco más el permafrost” y, por tanto, presumiblemente, el agua.

No obstante, el académico señala que los investigadores aún no saben cuánto hay ni a qué profundidad puede estar. “Si se extiende a mayor profundidad, naturalmente las reservas serán mayores. Pero incluso considerando una posible profundidad de un metro, es una cantidad suficiente. Sin embargo, aún hay que extraerlo”, explicó.

La misión Luna-25

Las declaraciones del científico se producen en vísperas del lanzamiento de la estación automática Luna-25 previsto para el 11 de agosto. Se trata de la primera misión en la historia moderna de Rusia lanzada al satélite natural de la Tierra desde que se envió la sonda soviética Luna-24 en agosto de 1976. 

Según Roscosmos, antes de ser transportado a la base de lanzamientos espaciales, el dispositivo lunar completó una serie de pruebas de aceptación y entrega en las instalaciones de la compañía Lávochkin, donde se fabricó. En el cosmódromo de Vostóchni la nave espacial se someterá a un entrenamiento de vuelo previo, así como a las pruebas terrestres finales.

Este nuevo módulo de aterrizaje lunar, que pesa unos 1.600 kilos, fue construido con el propósito de estudiar el suelo lunar, conocido como regolito, en la región del polo sur de la Luna, así como para analizar los componentes de plasma y polvo de su exosfera.

En un primer momento, el lanzamiento de Luna-25 estaba programado para octubre del 2021. Sin embargo, Roscosmos anunció en agosto de ese mismo año que el despegue se posponía hasta mayo del 2022. Desde entonces, se ha retrasado en al menos tres ocasiones.

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