“A mi esposa le mandaron una foto mía en la que se leía ‘él ya está muerto'”, cuenta Raúl en entrevista. Él es uno de los más de 100 testimoniales de personas que se han puesto en contacto con Xataka México para contar sus experiencias y los niveles de amedrentamiento y violencia psicológica que atravesaron a causa de las aplicaciones de préstamos “montadeudas”, luego de que más de 90 fueran desmanteladas en Ciudad de México.
En realidad, Raúl ni siquiera pidió un préstamo. Solo descargó una de las aplicaciones ahora desmanteladas para conocer más sobre ella. Tras la descarga, llegó un formulario con sus datos que debía llenar para recibir más información y, cinco días después, el hostigamiento comenzó: primero llamadas pregrabadas, luego mensajes con fotos suyas editadas que fueron enviadas a sus contactos. “No sé ni de dónde sacaron mis fotos”, dice.
Todos los nombres en este texto han sido modificados para proteger el anonimato de quienes enviaron sus testimonios.
Los fotomontajes, una de las herramientas más comunes
Julián sí pidió prestado. Le autorizaron 7,000 pesos desde la app porque necesitaba dinero para medicamentos para su esposa que recientemente había tenido una cirugía. En realidad solo le fueron depositados 3,500 y le dijeron que tendría que pagar 9,000 en un lapso de 20 días. No recibió respuesta cuando llamó para decir que el préstamo no llegó íntegro, pero dos días antes de la fecha de pago empezaron las amenazas.
“Todos los días me llamaban de tres a cinco veces al día diciendo que si no pagaba iban a matarme o a alguien de mi familia. No sabía qué hacer, ni a quién acudir, me empezaron a mandar WhatsApp con mi foto editada , con leyendas ofensivas, y luego se las enviaron a mis contactos”, narra Julián. Después de dos meses de intimidaciones, de la noche a la mañana a Julián dejaron de buscarlo.
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Los fotomontajes es una táctica de amedrentamiento muy común. José Luis incluso mostró a Xataka México las imágenes que le fueron editadas. Los improvisados rótulos sobrepuestos insinúan que el presunto deudor da favores sexuales a cambio de dinero. Las imágenes explícitas y obscenas fueron enviadas a todos sus contactos, incluyendo, desde luego, su familia.
A uno de mis contactos le enviaron mensajes que me cortarían la cabeza. Saque el préstamo por necesidad, porque había enfermado y debía alimentar a mis niños, que de haber sabido lo que sucedería, jamás lo hubiese hecho.
Afectada por una de las apps de préstamos “montadeudas”
Con decenas de testimoniales la situación es similar: condiciones de estrés económico les llevó a buscar una solución en línea, encontraron una de las apps, y después de los primeros cobros los usuarios se dieron cuenta de que terminarían pagando mucho más de lo solicitado. Para poder pagar su primera deuda, muchas personas buscaron algún otro préstamo con otra app, sin saber que varias aplicaciones pertenecen a la misma red, como comunicó hace unos días el gobierno de la Ciudad de México.
“Perdí mi trabajo ya que le mandaron cobrar a todos mis contactos. Muchos de ellos en mi trabajo. Lo peor fue que usaron fotos mías con niños diciendo que soy un pedófilo y violador de niños. Me dio mucho miedo. Me encerré en mi casa por casi un mes. Muchos días sin comer por el miedo.
Afectado por una de las apps de préstamos “montadeudas”.
Préstamo tras préstamo
Lorenzo tiene 60 años, es vendedor ambulante en Ciudad de México y le dio curiosidad un anuncio que vio de alguna de las aplicaciones. Con malos días de venta, Lorenzo decidió solicitar el préstamo del anuncio que recordó, así que descargó la app.
Para saber más sobre el préstamo tuvo que indicar sus datos personales y cuenta bancaria tras lo cual pudo corroborar que la tasa de interés por el préstamo era del 80% mensual. Lorenzo se arrepintió de solicitar el préstamo y eliminó la app. Un día después en su cuenta notó un depósito de 720 pesos y tres días después los mensajes comenzaron para cobrarle 1,268 pesos. Primero fueron las grabaciones, después la llamada de “ejecutivos” demandando el dinero, luego los insultos y las amenazas de ir a su casa.
Lorenzo pagó lo que le dijeron para que le dejaran de intimidar, pero el día después de su pago se dio cuenta que en la app aparecía otro préstamo vigente, ahora por 4,200 pesos. Todo el proceso de cobranza empezó de nuevo, así que Lorenzo decidió cancelar su cuenta de banco para evitar que le llegara más dinero. Él cuenta: “a veces la necesidad te hace meterte en estas broncas pero hoy prefiero no comer que vivir un tormento. Soy hipertenso y después de esas experiencias me enferme más. De por sí cómo está la situación económica es de preocuparse”.
Lorenzo, como decenas de personas más que contactaron a Xataka México para contar sus testimonios, decidió no denunciar por miedo a represalias.
“Una app me mandaba videos de supuestos clientes que no pagaban torturándolos. Ha sido una de mis peores experiencias de vida a tal grado que mi economía se vio tan afectada y mi reputación que tuve que cerrar mi negocio y migrar a los Estados Unidos para poder pagar tanta deuda que adquirí con familiares.