Un equipo internacional de astrofísicos dirigido por la Universidad de Sídney, en Australia, descubrió evidencia de que los 10 o 20 cúmulos globulares en el interior de la galaxia de Andrómeda nacieron en algún lugar fuera de ella. Estos cúmulos forman una estructura de estrellas denominada Dulais, que significa ‘corriente oscura’ en galés. Dulais sería los restos de uno o más sistemas estelares que nuestro vecino galáctico más cercano ‘comió’ de manera intermitente y proporciona evidencia de que las galaxias crecen al ‘comerse’ sistemas más pequeños, comunicaron este miércoles.

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 “Hace unos años, descubrimos que en las afueras de Andrómeda había en los objetos que la orbitaban, una señal de que la galaxia […] había comido grandes cantidades en dos épocas distintas”, dijo el autor principal, el profesor Geraint Lewis, de la Universidad de Sídney. “Este nuevo resultado proporciona una imagen más clara de cómo se ha unido nuestro universo local: nos dice que al menos en una de las galaxias grandes ha habido esta alimentación esporádica de galaxias pequeñas”, explicó.

“Nos hemos dado cuenta en las últimas décadas de que las galaxias crecen comiendo sistemas más pequeños, por lo que las pequeñas galaxias caen y se las comen, es canibalismo galáctico”, manifestó Lewis. Al parecer, Andrómeda tuvo dos grandes eventos de alimentación cuando la materia en el universo estaba más cerca y más densamente concentrada. Las escalas de tiempo aproximadas indican que el festín ‘reciente’ tuvo lugar en los últimos 5.000 millones de años, mientras que el más antiguo lo realizó hace 8.000-10.000 millones de años atrás.

“Sabemos que el universo no tenía rasgos distintivos en su nacimiento en el ‘big bang’, y hoy está lleno de galaxias. ¿Esas galaxias nacieron completamente formadas o han crecido?”, preguntó el profesor. No está claro cómo la Vía Láctea ha alcanzado su enorme tamaño, pero dada su similitud con Andrómeda, se sugiere que pudo haber sido mediante grandes festines y crecimientos acelerados. Esto estaría en contradicción con una visión más tranquila del crecimiento galáctico.

Una afortunada casualidad

Los resultados iniciales de la Estructura Dulais surgieron de dos estudiantes que exploraron los datos de Andrómeda: Tim Adams, de la Universidad de Sídney, y Yuan Li, de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, quienes eventualmente tropezaron con evidencia de sobras del banquete en la espiral de la galaxia.

“Tenemos una pista de que algo estaba pasando “, dijo Lewis. “Casi sabes lo que va a salir al final, pero cuando se te acercan y te dicen: ‘Sigo recibiendo esta señal y es un poco raro’, ahí es cuando se vuelve muy emocionante”, comentó. Según Lewis, el estudio ha abierto una nueva puerta en cuanto a lo que comprendemos, “pero creo que todavía tenemos que resolver qué nos dice exactamente”. La investigación está disponible en el servidor de preimpresión arXiv y se publicará en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

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