El sistema estelar cuádruple más joven de nuestra galaxia conocido hasta el momento, que tiene cerca de 43 millones de años y es designado como HD 74438, puede tener por delante una vida breve en términos astronómicos.
Una simulación computarizada indicó que es un candidato a explotar en supernova pasando primero por una serie de colisiones y transformaciones en enanas blancas, según comunicó el viernes pasado la Universidad de Canterbury (Nueva Zelanda).
Todas las cuatro estrellas de este sistema descubierto en 2017, que está ubicado en la constelación de Vela (hemisferio austral) y se encuentra a 476 años luz de la Tierra, tienen dimensiones equiparables. Pesan de 0,9 a 1,7 masas solares y miden entre 0,8 y 1,46 radios solares.
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Dos de estos astros, unidos gravitacionalmente, son amarillos como el Sol, mientras que los otros dos son blancos azulados.
Los sistemas cuádruples en general representan una fracción marginal en el conjunto de los sistemas estelares múltiples. Los científicos destacan su compleja evolución, que implica transferencias de masas, colisiones y eventos de fusión. La probabilidad de que comiencen a interactuar de forma dramática aumenta si los astros orbitan más cerca uno de otros. Este sistema en particular tiene un rasgo prominente, y es que tiene uno de los períodos orbitales exteriores más cortos (6 años), algo que significa que el grupo es bastante denso.
Las simulaciones han sido realizadas en colaboración entre investigadores neozelandeses; belgas, de la Universidad Libre de Bruxelles; británicos, de la Universidad de Cambridge, entre otros centros de estudios europeos, y muestran la posible dinámica futura de estas cuatro estrellas. Estas simulaciones indican que estas estrellas ‘solo’ podrán coexistir durante 170 millones de años.
Después, colisionarán dos estrellas blanco-azuladas, y como resultado de la fusión se formará una estrella de 3,3 masas solares que comenzará a crecer y alimentar la enana más cercana. La colisión y fusión de estos astros dejará todavía intacto al cuarto, y más lejano, compañero. Pero la historia se repetirá y solo habrá finalmente una enana blanca de aproximadamente 1,3 masas solares en este lugar de la galaxia. Esta la última fusión previsiblemente tendrá lugar dentro de unos 2.000 millones de años.
Este escenario puede parecerse a un cambio gradual, pero los astrónomos consideran el sistema HD 74438 como un “excelente candidato a progenitor de las supernovas termonucleares”, según lo evaluó Mathieu Van der Swaelmen, uno de los coautores del estudio recientemente publicado que recoge los datos de este modelo. Las masas de las estrellas más propensas a explotar rondan 1,4 masas solares, y los componentes del sistema cuádruple en cuestión pasarán por esta cifra en más de una ocasión a lo largo de su previsible evolución.