La Organización Mundial de la Salud estima que 1,25 millones de niñas, niños y adolescentes entre 0 y 14 años enferman de tuberculosis cada año. Sin embargo, solo la mitad de ellos recibe diagnóstico y tratamiento, lo que pone en evidencia las brechas en la atención pediátrica y el impacto de los recortes en la financiación internacional.

La muerte de un menor cada tres minutos es un dato que recogen desde Médicos Sin Fronteras (MSF) sobre la tuberculosis, una enfermedad que va en aumento.

Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, 24 de marzo, MSF hace un llamamiento urgente a todos los países, donantes internacionales y a la industria farmacéutica para que refuercen su compromiso, prioricen y garanticen inversiones sostenidas para el diagnóstico, tratamiento y prevención de tuberculosis, especialmente en lo que respecta a menores, quienes siguen siendo los más vulnerables.

Además, Cathy Hewison, doctora y responsable del grupo de trabajo de Médicos Sin Fronteras, destaca que es imprescindible que la comunidad internacional adopte e implemente las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para así mejorar drásticamente la atención y salvar vidas.

“Nadie debería morir o sufrir por una enfermedad prevenirle y tratable”, señala la doctora.

El menor, el más afectado por tuberculosis

Hewison explica que los niños en riesgo de padecer esta enfermedad a menudo son pasados por alto, sin diagnóstico o con retrasos en su detección.

“Durante años hemos sido testigos de los obstáculos mortales que enfrentan los niños para acceder al diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis en los países donde trabaja MSF”, señala la experta.

Añade que ahora con los recortes de financiación en Estados Unidos, estas brechas en la identificación y tratamiento solo se ampliarán, lo que amenaza con revertir años de avances en la atención de esta enfermedad.

En 2022, la OMS actualizó sus recomendaciones sobre el manejo de la tuberculosis en menores.

En esta línea, desde MSF se puso en marcha el proyecto TACTiC – Test, Avoid, Cure TB in Children – , que está aplicando estas nuevas pautas en más de una docena de países en África y Asia.

Gracias a esta iniciativa, ya se ha documentado un aumento en la detección de casos de tuberculosis infantil y en el número de menores que reciben el tratamiento adecuado.

Recortes alarmantes

A pesar de los avances, la situación actual es alarmante.

Los niños con tuberculosis suelen ser excluidos de los ensayos clínicos y estudios de nuevas herramientas para combatir la enfermedad.

En esta línea, los recientes recortes en la financiación de Estados Unidos han provocado la paralización de numerosos ensayos clínicos, lo que supone un gran retroceso en la lucha contra la tuberculosis.

Esto retrasará el desarrollo de diagnósticos y tratamientos pediátricos urgentes.

MSF expresa su preocupación por los recientes recortes de EE. UU., que es el mayor contribuyente financiero para los programas de tuberculosis y representa toda la financiación internacional y bilateral, según la OMS.

La situación en Pakistán

Desde MSF alertan que en la provincia de Sindh, en Pakistán, ya se están observando las consecuencias de la reducción de fondos de Estados Unidos, que afecta a los servicios comunitarios esenciales.

En un país con una alta carga de tuberculosis, como es Pakistán, estas interrupciones ponen en riesgo las actividades de detección activa de casos, el cribado de familias de alto riesgo y la provisión de tratamientos preventivos para niños.

La doctora Ei Hnin Phyu, coordinadora médica de MSF en Pakistán alerta de que los niños son altamente vulnerables a la tuberculosis y les preocupa que los recortes en servicios comunitarios les afecte de manera desproporcionada, aumentando los casos y las muertes evitables.

“No podemos permitirnos que las decisiones de financiación cuesten vidas infantiles”, advierte la doctora.

Desde Médicos Sin Fronteras advierten que los niños y niñas con sistemas inmunológicos debilitados, ya sea por infecciones como el VIH o la desnutrición, son los más expuestos y, por lo tanto, serán los más afectados por la interrupción de los servicios de tuberculosis, VIH y nutrición.

Una tendencia al alza

Según estimaciones del último informe de la OMS, en 2023 se diagnosticaron 10,8 millones de casos de tuberculosis, frente a 10,7 millones en 2022.

Cifras que reflejan la tendencia al alza de esta enfermedad que, según los últimos datos publicados, en 2023 causó 1,25 millones de fallecimientos, el doble que los ocasionados por el VIH/SIDA

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