Un equipo de paleontólogos de la Universidad de Lanzhou ha confirmado que una especie de pez ciprínido vivió hace unos 30 millones de años en la meseta Tibetana-Qinghai, informó la semana pasada el canal estatal CGTN.
Hace cuatro años un grupo de investigadores liderado por Yan Defei encontró el fósil de un pez —que bautizaron como Paleoschizothorax— en la cuenca de Qaidam, ubicada en la prefectura autónoma mongol y tibetana de Haixi (China).
De acuerdo con los restos hallados, el animal en cuestión tenía una longitud aproximada de 15 centímetros.
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Los científicos llevaron a cabo un estudio del fósil y corroboraron que corresponde al Oligoceno, con unos 30 millones de años de antigüedad, según lo explicaron en un artículo publicado recientemente en Journal of Systematic Paleontology.
El análisis también muestra que el grado de reducción del tamaño de las escamas corporales se correlaciona negativamente con las temperaturas medias del hábitat entre la mayoría de los ciprínidos chinos. Asimismo, sugiere que los esquizotoracinos primitivos probablemente se originaron en la cuenca de Qaidam.
La cuenca de Qaidam es una de las tres principales al interior de China y se caracteriza por tener un clima seco y fuertes vientos. Los científicos consideran que ese lugar es clave para comprender los cambios biológicos que han ocurrido en la meseta Tibetana-Qinghai.
No obstante, la información paleontológica sobre esa cuenca es escasa. Por esa razón, los resultados de la nueva investigación son importantes, ya que arrojan luz sobre la evolución de la biodiversidad y el entorno antiguo de dicha meseta.