Una de las etapas más idealizadas en la vida de las mujeres es la de la maternidad. Todo el proceso de embarazo, parto y crianza es visto como una etapa de felicidad, armonía y realización. Es casi un tabú y genera gran sentimiento de culpabilidad hablar de los sentimientos, emociones o conductas consideradas “negativas o inadecuadas” que pueden presentarse en estos momentos de la vida de una mujer.
Pero es muy importante, considerar que el inicio de la maternidad es un momento tan complejo que puede provocar reacciones de muy diversa índole por los cambios físicos, hormonales y emocionales que se presentan en la mujer, representando una experiencia intensa y de alta vulnerabilidad, de tal magnitud que puede repercutir e impactar en su equilibrio psicológico y salud mental y, en consecuencia, en la de su hijo o hija, la pareja y la familia en su conjunto. Por lo que es necesario visibilizar y desestigmatizar los problemas como ansiedad y depresión, que son comunes entre las madres, desde el embarazo hasta el primer año del nacimiento del bebé.
La salud mental materna se refiere al bienestar emocional y psicológico de las mujeres durante el embarazo y después del parto, y el Día Mundial de la Salud Mental Materna -que se conmemora cada año el primer miércoles de mayo, el 3 de mayo este 2023- es una excelente oportunidad de sensibilizar y concientizar a la población en su conjunto acerca de la importancia de prevenir, detectar y ofrecer tratamiento a los trastornos mentales que pueden presentarse durante el embarazo, parto y postparto. Se debe socializar de manera amplia la información que aumente el conocimiento de las mujeres embarazadas y en posparto sobre los riesgos que pueden presentarse a su salud mental, que sean capaces de reconocer los síntomas y signos y se reduzca el miedo y el estigma de exteriorizar su sufrimiento, así como reconocer los efectos en sus hijos e hijas y dónde pueden recibir ayuda profesional especializada.
Algunos datos y estadísticas nos pueden dar un panorama de la situación. Según la American Pregnancy Association, “se estima que entre el 50% y el 75% de las mujeres experimentan síntomas de ansiedad y depresión en los primeros días o semanas después del parto. Los síntomas de la depresión postparto incluyen cambios en el estado del ánimo, llanto, fatiga, irritabilidad, ansiedad, problemas para dormir y pérdida del apetito” (American Pregnancy Association, s.f.) 1
Entre los síntomas generales de los trastornos de salud mental materna que también pueden presentarse están: retraimiento de la pareja o la incapacidad de vincularse con el bebé, cambios de humor repentinos, incapacidad para concentrarse, niveles de ansiedad que pueden impedir los patrones normales de sueño y alimentación tanto para la madre como para la niña o el niño y sentimientos de culpa abrumadora, miedo o tristeza.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que alrededor del 10% de las mujeres embarazadas y el 13% de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan un trastorno mental, principalmente depresión y ansiedad2
También se encuentra evidencia de la presencia de trastorno bipolar, trastorno por estrés postraumático y de la conducta alimentaria y posibles cuadros psicóticos.
En México, la salud mental materna es un problema de salud pública, como se verá en las siguientes estadísticas:
- Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2018, el 31.7% de las mujeres mexicanas que han tenido hijos alguna vez han experimentado síntomas depresivos durante el posparto.3
- En un estudio de 2019 publicado en la Revista de Salud Pública de México, se encontró que el 24.3% de las mujeres embarazadas en México presentaban síntomas de depresión.4
- De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2017, la tasa de suicidios en mujeres mexicanas embarazadas y posparto es de 7.9 por cada 100,000 nacidos vivos.5
- El mismo estudio de la Revista de Salud Pública de México de 2019 encontró que el 41.3% de las mujeres embarazadas en México presentaban síntomas de ansiedad.4
- En un estudio de 2018 publicado en la Revista de Salud Mental, se encontró que el 24.4% de las mujeres mexicanas que habían tenido un parto reciente presentaban síntomas de depresión y el 26.3% presentaban síntomas de ansiedad.6
También hay que considerar que la salud mental de la madre tiene consecuencias directas en sus bebés. La atención y los cuidados hacia la salud mental de la madre proporcionan el apoyo necesario para que las mujeres puedan ampliar sus recursos y capacidades personales, adaptarse mejor a estos desafíos, vincularse afectivamente con su bebé, alimentarlo y cuidarlo. La revisión de varios estudios al respecto, demuestra que la angustia prenatal y postnatal tiene diversos efectos perjudiciales en el desarrollo cognitivo, conductual, socioemocional y psicomotor del bebé, por lo que es necesario desarrollar estrategias de prevención e intervención temprana para abordar a tiempo el sufrimiento psicológico materno7
La atención a la salud mental materna también debe incluir la educación y el apoyo a la lactancia materna, ya que la lactancia materna puede tener un impacto positivo en la salud mental de la madre y el bebé.
La realidad es que la experiencia del parto deja una profunda huella sobre la salud mental de las madres, y esta huella a su vez está directamente condicionada por la atención y el trato recibidos. Es importante sensibilizar a las instituciones de salud, de la necesidad de incluir en sus protocolos de atención a la evaluación, atención y seguimiento de la salud mental de la madre y no sólo enfocarse en la salud física de ella y del bebé. Se requieren estrategias y políticas adecuadas para abordar este problema y garantizar la atención adecuada y oportuna de las mujeres embarazadas y posparto en el país.
Por lo que también se debe estar atentos sobre cómo prevenir la violencia obstétrica hacia las mujeres. En relación a este punto, académicas de la Universidad Iberoamericana con financiamiento del instituto de investigación EQUIDE, realizaron una investigación sobre la caracterización de dicha violencia en hospitales públicos de la CDMX. La violencia obstétrica es una forma específica de violencia ejercida por profesionales de la salud hacia las mujeres embarazadas, en parto y puerperio.
En esta investigación se ha encontrado que una de cada cuatro mujeres reportó haber sufrido violencia verbal y el 5.2% maltrato físico. Se reportaron asimismo la realización de procedimientos innecesarios, intrusivos e incluso riesgosos hacia las madres, que además no les fueron explicados ni se les tomó en cuenta para la decisión de llevarlos a cabo.
Algunas condiciones o circunstancias impiden un parto amigable libre de violencia y con respeto a los derechos humanos de las mujeres, como son la falta de información, comunicación inadecuada, ausencia de insumos y personal capacitado y empático con las necesidades físicas y emocionales de las madres.
También se reportó la tardanza en 45% de los casos de la entrega de los y las bebés a sus madres, impidiendo el necesario apego indispensable para ambas partes para fomentar la lactancia.
Este día de la Salud Mental Materna, es necesario enfatizar que debemos trabajar juntos como sociedad, para generar mejores condiciones para la salud de las madres. No sólo es responsabilidad del sector Salud, sino de toda la comunidad en hacernos conscientes de nuestro derecho a la salud, y más de las mujeres, quienes tienen mayor probabilidad de violación de sus derechos, y luchar por que ellas tengan la mejor calidad de vida y un bienestar integral.
Cada mamá cuenta, cuidar la salud mental de las madres supone la salud de nuestra sociedad actual y futura.
Instituciones donde se puede asistir:
- Secretaría de Salud
- Instituto Nacional de Perinatología
- Instituto Nacional de Psiquiatría
- Asociación Mexicana de Salud Mental Materna
El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) hace un llamado a las mujeres que enfrenten depresión durante o después del embarazo a alzar la voz y pedir ayuda de las personas que la rodean, tales como familia o amistades. De igual manera, si se requiere ayuda médica profesional se pueden comunicar a la Línea de la Vida al 800 911 2000.
La Dra. Alma Polo es académica del Departamento de Psicología en la Universidad Iberoamericana
Para mayor información revisar la fuentes citadas:
- American Pregnancy Association, s.f.
- Organización Mundial de la Salud. (2020). Depresión posparto. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/postpartum-depression.
- INSP. (2018). Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2018: Resultados Nacionales. Secretaría de Salud. Recuperado de https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2018/informes.php
- González-Gómez, J. A., Sánchez-García, S., López-Rincón, R. F., García-Guerra, A., Díaz-Sánchez, M. E., & Jiménez-Ramos, F. (2019). Depresión en mujeres embarazadas en una población urbana de México. Revista de Salud Pública de México, 61(6), 873-881. Recuperado de https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumenI.cgi?IDARTICULO=94416
- “Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2019). Estadísticas a propósito del Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Recuperado de https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2019/Suicidios2019_15.pdf”
- Martínez-Sánchez, G., Hernández-Cortés, P., Robles-Ojeda, V., & García-Carreón, R. (2018). Prevalencia de depresión y ansiedad posparto en mujeres mexicanas: un estudio de cohortes. Revista de Salud Mental, 41(4), 179-187. Recuperado de http://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=88176
- Kingston, D., Tough, S. & Whitfield, H. Prenatal and Postpartum Maternal Psychological Distress and Infant Development: A Systematic Review. Child Psychiatry Hum Dev 43, 683–714 (2012). https://doi.org/10.1007/s10578-012-0291-4