El Mobile World Congress (MWC) nos traslada por momentos a una película de ciencia ficción, pero la tecnología que presenta es ya una realidad, como el prototipo de gemelo digital que genera una réplica de nuestro corazón para probar tratamientos o incluso acelerar el paso del tiempo y predecir qué patologías podríamos sufrir en el futuro.

Tras este modelo está el poder de la supercomputación del Barcelona Supercomputing Center (BSC), que en esta ocasión usa sus altas capacidades matemáticas para facilitar modelos virtuales del cuerpo humano y acercar esa personalización de la medicina por la que los expertos apuntan que transitará el futuro de las ciencias de la salud.

Este “corazón replicante” presentado en el stand de MWCapital, con la colaboración de la “spin off” del BSC ELEM Biotech, consiste en la recreación de un laboratorio en el que se captan datos básicos y se toma el pulso de cada visitante a través de un dispositivo electrónico que, a modo de escáner ficticio, genera un corazón acorde con el perfil de cada usuario.

A continuación, el simulador reproduce una recreación en 3D del corazón que, poco a poco, empieza a latir con las mismas pulsaciones que el visitante, un instrumento que enseguida despertó el interés de congresistas, aunque en realidad sólo se trata de una versión simplificada de la creación de un “gemelo digital” de este órgano que actualmente está desarrollando y comercializando ELEM Biotech, a partir de la tecnología Alya Red desarrollada con el BSC.

“Esto no es futuro, es ya una realidad. Es ya presente”, explicó Mariano Vázquez, cofundador de ELEM Biotech, sobre el prototipo con el que espera que se mejore la detección y el tratamiento de enfermedades cardíacas.

‘Gemelo digital’ del corazón es una realidad para la innovación en la medicina

Además de poder predecir qué le puede pasar a nuestro corazón. “Gracias a los datos y a la supercomputación podemos envejecerlo diez, veinte años, y ver si somos propensos a alguna enfermedad cardíaca y qué podemos hacer antes para mejorar ese horizonte”, indicó.

El director del Departamento de Ciencias de la Vida del BSC, Alfonso Valencia, destacó que generar “humanos virtuales” mediante la combinación de simulaciones e inteligencia artificial (IA) es una de las aplicaciones con mayor potencial que ofrece la supercomputación en el campo de la salud.

En ese sentido, recordó que los supercomputadores más modernos son capaces de gestionar ingentes cantidades de datos sobre genética, imágenes médicas, historiales sanitarios y entorno social de miles de personas.

A partir de estos datos, pueden extraerse patrones que permitan avanzar en la investigación sobre las bases moleculares y fisiológicas de las enfermedades, la adaptación a fármacos y la aplicación de nuevas tecnologías, señaló.

En la presentación a la prensa, también la jefa de grupo en el Instituto de Bioingeniería de Cataluña, Núria Montserrat, subrayó que gracias a la supercomputación también son capaces de recrear, esta vez de forma física, miniórganos u “organoides” como pequeños riñones de menos de un centímetro que también son replicantes candidatos a probar fármacos y probar tratamientos.

Los investigadores se mostraron a favor de impulsar una nueva regulación para el uso de estas tecnologías aplicadas a la salud que incluya elementos como el almacenamiento de datos de salud para su uso en investigaciones.

En relación con ello, destacaron la importancia de los donantes de datos, pues para crear los modelos computacionales que hay detrás de los ‘gemelos digitales’ se necesitan datos de calidad, siempre garantizando su seguridad y anonimato.

Por eso, apuestan por generar confianza en los ciudadanos sobre el uso de sus datos, incluyendo la posibilidad de seguir y controlar el uso de datos personales y la figura de los “donantes de datos”, junto con la creación de entornos seguros para la investigación, que son las líneas maestras para desarrollar los gemelos digitales en Medicina.

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