Se llama “glutatión”, es uno de los antioxidantes más abundantes en las células, y un equipo de investigadores ha descubierto ahora que es el responsable de la reaparición de los tumores linfáticos cuando parecía que ya se habían eliminado y de la resistencia a las terapias convencionales.
Investigadores del Centro de Biología Molecular, un centro mixto del español Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), han revelado una de las causas de esa recidiva (reaparición de un tumor) y han publicado los resultados de su trabajo en la revista Cell Death and Disease.
El estudio ha sido dirigido por Miguel Ramón Campanero, investigador del CSIC del CBM-CSIC-UAM y del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Enfermedades Cardiovasculares y financiado principalmente por la Asociación Española Contra el Cáncer.
Los investigadores han identificado un aumento significativo del antioxidante glutatión en las llamadas “Células Iniciadoras de Tumores (CITs), una pequeña fracción de las células presentes en los tumores que sobreviven a las terapias convencionales, como la quimioterapia y la radioterapia, y que generan un nuevo tumor más resistente y agresivo que el tumor inicial.
“Aunque la mayoría de las terapias antitumorales convencionales inhiben eficientemente el crecimiento de la mayoría de las células tumorales presentes en un linfoma o una leucemia linfoide, no eliminan eficientemente las CITs, lo que permite las recidivas”, señalló Campanero.
En este sentido, Alberto Hernández, primer autor del artículo y también científico del CBM-CSIC-UAM, precisó que las terapias convencionales aumentan la oxidación de las células, lo que induce su muerte. “La resistencia de las CITs a las terapias actuales se debe, precisamente, a la acumulación de agentes antioxidantes como el glutatión”.
El hallazgo, informó el CSIC en una nota difundida hoy, subraya la importancia esencial del glutatión en la supervivencia de las CITs frente a estímulos inductores de estrés celular.
Los resultados de este trabajo demuestran que la inactivación genética de un gen esencial en la producción celular de glutatión, el “GCLC”, aumenta el grado de oxidación de las CITs e induce su muerte; en cambio, el tratamiento con sustancias antioxidantes favorece la supervivencia y el crecimiento no solo de las CITs sino también del resto de células tumorales.
“Estos resultados cuestionan la creencia generalizada de que los antioxidantes son necesariamente beneficiosos para la salud; es posible que ni la carencia ni el exceso de antioxidantes sean beneficiosos para nuestra salud”, afirmó Campanero.
Los resultados de este estudio demuestran además que el uso de un fármaco inhibidor de una de las proteínas esenciales para la síntesis celular de glutatión también aumenta el grado de oxidación de las CITs e induce su muerte.
“Este descubrimiento nos animó a comprobar la eficacia de este fármaco en un modelo animal en el que se producen de forma espontánea tumores linfáticos agresivos”, ha detallado Hernández.
Los investigadores han comprobado que este fármaco inhibe notablemente el crecimiento de los linfomas en las hembras de este modelo animal, pero “sorprendentemente” no funciona en los machos”.
El hallazgo de que las células tumorales de pacientes con diversos tipos de tumores linfáticos también contienen niveles anormalmente elevados de glutatión, sugiere que este fármaco podría ser de utilidad para el tratamiento de este tipo de pacientes.
Los investigadores concluyen que estos descubrimientos podrían dar pie al desarrollo de terapias más eficaces que las que se emplean en la actualidad para los tumores que afectan al sistema linfático.